Tres tramos horarios en los que la luz puede costar hasta el triple, diferentes potencias contratadas, …, pero ¿es para todos? ¿A quién afecta la nueva tarifa de la luz?
No es nada fácil aprenderse todo esto de la nueva tarifa de la luz. Hay que reconocerlo. Lo de cómo van las franjas horarias y las potencias contratadas. Importante. Más de lo que parece porque afectará a todos los consumidores. Nadie se va a librar por mucha tarifa a precio fijo que se tenga. A todos sí, pero no por igual. Los primeros que lo van a notar son los que las tienen variables. Lo verán y sentirán de forma casi inmediata. A partir del 1 de abril y eso es ya mismo, tendrán los tres periodos y las diferencias de precio son importantes. Así, las horas prohibidas son de 10 de la mañana a 10 de la noche entre semana salvo la hora de la siesta. Momentos en los que hay que evitar poner la lavadora para desplazar consumo al resto de horas.
Más baratas, por cierto. Tan sencillo como recordar eso. Sobre todo, para los 10 millones de consumidores acogidos a la tarifa oficial. A los que tienen PVPC y otras similares que la tienen como referencia les va a afectar directamente. Desde esa fecha sus facturas van a ser distintas. Mucho. Tanto como el precio por consumir en los diferentes momentos del día. Si en el periodo valle estará en torno a los 8 céntimos por kWh en el horario punta superará los 20. Casi el triple y eso solo en la parte fija del recibo. Luego hay que sumarle el coste de la electricidad y también los impuestos. Demasiada diferencia. Hasta ahora, como ha explicado Jorge Morales de Labra en En Jake de EiTB las diferencias eran menores. De en torno al 20%. Ahora bien, ¿qué pasa con el resto de consumidores y son más de 16 millones de familias?
Las horas prohibidas, las más caras, son de 10 de la mañana a 10 de la noche salvo las de la siesta. Eso de lunes a viernes porque fines de semana y festivos serán siempre periodo valle.
Pues les va a pasar exactamente lo mismo o peor. Es decir, a su comercializadora tampoco le va a costar igual si pone la lavadora el viernes a las 10 de la mañana o el sábado. Los horarios punta, llano y valle les afectan igual y la diferencia es mucha. A la compañía de la luz también le costará la electricidad hasta el triple. Otra cosa es que aplique el precio que corresponda a cada tarifa de precio fijo. Por eso, a los que siempre pagan lo mismo con independencia de la hora o del día que consuman, lo lógico es que siempre se la cobren al precio más caro. Van a intentar cubrirse y un poco más por lo que pueda pasar. Por eso, la primera recomendación ante la inminente llegada de la nueva tarifa de la luz es siempre huir del precio fijo.
Mucho más caras. Siempre se acaba pagando entre el 30% y 40% de más y ahora con el cambio será aún mayor la diferencia. La razón es muy sencilla. Las compañías van a tener más riesgo de pagar un precio alto por la energía consumida. A la hora de hacer sus estimaciones considerarán que el consumo se seguirá realizando con independencia del horario y subirá el precio. Tiempo al tiempo, pero es algo que más temprano que tarde pasará. Lo mejor es siempre ir a las tarifas variables. A simple vista parecen mucho más complejas, pero al final siempre acaban siendo más baratas. Es el momento de volver a lo que nadie debió cambiar. Hacerlo es mucho más sencillo de lo que parece, pero hay que tener en cuenta algunas cosas.
A pesar de la circunstancial subida del precio de la luz, las tarifas variables son a la larga la opción más económica. Solo en 2020 fueron de media cerca del 30% más baratas que las de precio fijo.
Sí, hay que saber que no todas las compañías ofrecen tarifas de precio variable. Eso debería ser ya un claro síntoma de que no es beneficioso para ellas. Si lo fuera las tendrían en su catálogo de productos. Nadie llama a casa por teléfono para ofrecerlas. Raro, raro, raro… Solo las ofrecen dos tipos de compañías. Las grandes, las de toda la vida, que están obligadas a tenerlas para los consumidores domésticos, pero que nadie espere encontrarlas en sus páginas web. Tampoco bajo las marcas que le suenan a todo el mundo. Solo las ofrecen a través de las comercializadoras reguladas y esas no hacen publicidad del llamado PVPC. Luego en el mercado hay otras empresas independientes, de menor tamaño, que pueden ofrecerlas o no. Tampoco son tan frecuentes. Ya se sabe, no son tan buen negocio para las eléctricas. Ganan mucho más con otras tarifas.
Eso sí, hay algunas opciones variables más en el mercado como la tarifa Cristalina de Próxima Energía. Más rentables para el consumidor, por cierto. En cualquier caso, lo mejor es siempre buscar, analizar y comparar. Esta es también la recomendación que hace la Comisión Nacional de Mercados y Competencia. Así, en la web del regulador en España se explica con todo lujo de detalles que son la opción más económica. Pueden tener algún riesgo puntual de precios altos como los de ahora o el pasado mes de enero, pero suelen ser temporales. Al final, a largo plazo, se acaba compensando y pagando mucho menos. La media de ahorro con tarifas variables está en torno al 27%. La gente está pagando todo eso de más y eso incluso antes del cambio. A partir del 1 de junio va a ser aún peor con casi total seguridad.