Lo imposible se hizo realidad y aún así no fue suficiente. Además, dos veces. Del 21% al 10% y ahora está ya en el 5%. ¿Se podría también bajar el IVA de los combustibles?
Inferiores, más que nunca y, sin embargo, los recibos no han dejado de subir. Eso sí, lo han hecho menos de lo que deberían si se suma la reducción de otros conceptos. Por tanto, ahora la pregunta es si se puede hacer lo mismo con los combustibles. Volver a lograr lo imposible por reducir el precio de la gasolina y la respuesta es… ¡sí! Ahí todavía hay bastante margen de maniobra y para el ahorro. Además, se dan circunstancias muy similares a las de la electricidad. Las facturas de ambas fuentes de energía cuentan con un impuesto especial y tienen idéntica forma de aplicación. Uno sobre el otro, que es bastante curioso. Es decir, el IVA se aplica sobre todos los conceptos anteriores incluido este último tributo, pero con una diferencia. Y es que el Especial de Electricidad al ya estar reducido al 0,5% prácticamente no afecta para nada.
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Por el contrario, en el caso del de Hidrocarburos es mucho más alto. Del orden de 50 céntimos por litro, pero es que también se aplica el 21% de IVA sobre ese impuesto. Por eso se puede asegurar que ahí si se puede hacer un esfuerzo para tratar de reducir el precio. Además, por la misma razón por la que se pudo hacer la rebaja en la factura de la luz. Es decir, como se ha pasado de pagar un poco más de un euro/litro a dos, la recaudación no se vería mermada. Se ha duplicado y por tanto el 21% de un euro es casi lo mismo que el 10% de 2. Dicho de otra forma… Lo que antes eran 20 céntimos ahora se han convertido en más de 40. Así que hay margen porque ha subido la recaudación por el IVA directamente aplicado a los combustibles.
A casi 2 euros por litro, 20 céntimos de subvención es lo mismo que bajar el IVA del 21% al 10%… Entonces, ¿por qué no se han bajado los impuestos de los combustibles?
Con el gas pasaría exactamente igual. Tal y como figura en la factura también está el Impuesto Especial de Hidrocarburos sobre el que luego se aplica el IVA del 21%. No se ha tocado ni está previsto que se haga próximamente al tipo reducido del 10%. Y eso con un agravante porque en realidad esta materia prima es el gran problema. El origen de todo, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La linterna de COPE. Por eso, hay que estar muy pendientes de cómo se comporta en el futuro. Durante el año que ya se lleva prolongando la crisis energética, la mayor de las últimas cuatro décadas, se ha hablado un montón de electricidad y de las subidas de los combustibles, pero prácticamente nada del gas. Y eso que el principal desafío al que se enfrenta Europa en estos momentos es a su suministro.
Todo porque Rusia es el principal exportador mundial y lo está utilizando como arma económica. Sin embargo, nadie parece darse cuenta porque el Gobierno lo ha subvencionado. Lo ha hecho limitando las posibles subidas del gas en la tarifa oficial de este suministro. Este es el motivo por el que solo se ha visto aumentado el 5% trimestralmente. Importante porque ha pasado desapercibido al no verse en las facturas. Sí, es la que menos lo ha hecho. En los últimos 12 meses han visto como el recibo de la luz se ha duplicado y también como llenar el deposito también les cuesta el doble. Sin embargo, el del gas apenas se ha incrementado un 10%. Curioso, porque por eso se piensa que la situación de esta materia prima es mejor que la de la electricidad o la gasolina, pero es justo, al contrario. Es el origen.