Difícil entrar en calor con los altos precios de la energía. El gas natural seguirá siendo lo más barato frente a otros sistemas de calefacción. Eso sí, siempre que se pueda tener la tarifa TUR.
Aún no se han encendido las calderas y ya han empezado las sorpresas con la calefacción. Se veía venir y no son pocas las familias y comunidades de vecinos que lo han dejado todo para última hora. Lo habitual en circunstancias normales, pero las de este año son excepcionales. Eso sí, ahora es cuando viene la urgencia de las suministradoras de gas para renovar los contratos. No es casualidad suelen caducar en octubre al inicio de la temporada de frío. Las prisas suelen ser malas consejeras, pero se han echado tanto encima los plazos para actualizarlos que ya no queda casi tiempo para hacerlo. Suelen ser cortos y tomar decisiones en menos de 48 horas es complicado. Ante la incertidumbre de lo que pase en invierno, lo normal es firmarlos a precio fijo y aquí es donde llegan las sorpresas o, más bien, las pesadillas.
Precios hasta cuatro veces superiores a los del año pasado. Los cálculos son sencillos porque así si el pasado año la factura fue de algo menos de 600 euros… ¡con el nuevo contrato superará los 2.300! Una auténtica barbaridad. Por eso, se acaba de anunciar que las comunidades con caldera central, por fin, podrán acogerse a algo parecido a la tarifa regulada. Es decir, la más barata y recomendable, pero en muchos casos los contratos anteriores incluyen una cláusula de permanencia. Son muy habituales y normalmente tienen un año de duración. La duda es si tras el cambio legislativo se puede romper el actual y hacer uno nuevo. Mientras, muchos vecinos han acordado reducir el número de días o de horas en las que pondrán en marcha la calefacción. También de bajar un poco la temperatura. Otras medidas más drásticas pasan por no encenderla más.
El coste de calentar una casa media todo el invierno con gas natural rondaría los 600 euros. Eso sí, hay que tener en cuenta que fuera de la tarifa TUR la factura se puede ir ya fácilmente a niveles de 1.800 euros.
Por eso, este invierno es más necesario que nunca saber cómo es más barato calentar las casas. Así, como ha contado Jorge Morales de Labra en Cuatro al día de Cuatro TV, lo más barato en estos momentos es hacerlo, precisamente, con gas natural. Eso sí, siempre y cuando se tenga la tarifa TUR. A muchos les chocará, pero lo siguiente más económico sería la bomba de calor. El coste solo ligeramente superior. De unos 700 euros durante toda la temporada de invierno. Algo más caro, pero mucho más económico de lo que supondría usar gasóleo como fuente de calefacción. Y en el último lugar, por su elevado coste y escasa eficiencia, estarían los más de 1.900 euros que supondría utilizar cualquier otro sistema que necesite electricidad: radiadores de aceite, termo ventiladores, infrarrojos o, incluso, calor textil como mantas eléctricas.
Curiosamente lo que más está disparando las ventas es de lo más caro, calefacción auxiliar. La previsión del incremento de la demanda es un 30% superior respecto al año pasado. Existen varias alternativas, aunque lo importante es el precio. Por eso, mientras, se pueden intentar hacer algunas cosas para tratar de ahorrar. La principal recomendación siempre es utilizar de forma correcta el termostato, pero también no dejar puesta la calefacción al salir de casa; apagarla o dejar la mínima temperatura posible durante las noches; tapar bien las rendijas de puertas y ventanas con burletes; no tender sobre los radiadores… Y lo más importante es en todo momento recordar que por cada grado de más que se ponga el consumo y la factura se dispara un 7%.