Nada de volverse locos con el termostato ni coger la caja de herramientas para encender la calefacción sin liarla (pardo) con el recibo. Más sencillo aún.
¡Menuda tiritona! Cuando bajan las temperaturas y sube el precio de la luz se echan a temblar hasta los bolsillos. Así, a más de uno se le quedará frío el cuerpo al saber que la factura ha subido más del 20%. Literalmente congelados al leer la cifra, pero tiene un pequeño truco. Sí, ha subido la electricidad ese porcentaje, pero solo durante los primeros días del año. No hay que negarlo, es mucha subida. Sobre todo, si se compara con la media de 2020. Pues sí, resulta que el pasado año fue el más barato de la última década. ¡Qué no cunda el pánico, no hay que liarla! Es decir, en un contexto de precios relativamente bajos han subido de forma puntual, durante 10 días, a otros extraordinariamente altos. Bajarán. Solo es algo temporal y no solo por Filomena.
La temperatura de confort en invierno suele estar entre los 21o y 22o. Por cada grado de más que se ponga en el termostato la factura se incrementará un 7%.
Otra cosa es como vaya a repercutir en las facturas de los consumidores. Tampoco es necesario llevarse las manos a la cabeza. Pues, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Liarla Pardo de La Sexta, de mantenerse los precios altos durante todo el mes de enero el recibo medio mensual se incrementará en unos 7 euros. Aún así no hay que volverse locos con la ruedecita de la calefacción para disminuir el consumo. Además de dos consejos definitivos hay pequeños trucos que pueden compensar de sobra la subida. Algunos a más largo plazo son algo más complicados de ejecutar. Eso sí, con lo que se puede empezar ya mismo es a utilizarla de forma eficiente. Sin llaves inglesas ni herramientas. Más sencillo todavía para no liarla de ninguna forma con la calefacción. No vaya a ser que la tiritona pase de los bolsillos al resto de la casa.
Pues eso, la mejor recomendación, por tanto, para usar la calefacción sin liarla (Pardo) con el recibo es usar adecuadamente el termostato. Ni frío ni calor. Tampoco subir y bajar todo el rato la temperatura. 21º son más que suficientes. No hace falta tener la caldera a 27º siempre que se vaya vestido de forma adecuada. En jersey es más que suficiente. Tampoco hace falta llevar abrigo en el salón ni ir en camiseta. Eso, y luego bajarla por la noche hasta los 19º. Ya se sabe que cada grado de más puede llegar a suponer un 7% más en la factura y eso sí que es liarla, pero bien liada con estos precios. A más largo plazo hay otras soluciones. Burletes en puertas y ventanas no solo mejoran el aislamiento, sino que aumentan su eficiencia en un 30%. Sencillo, rápido, barato y el recibo también lo agradecerá.
Por las rendijas de puertas y ventanas se puede llegar a escapar hasta el 30% del calor de la calefacción. Tiene fácil solución con burletes de caucho que cuestan menos de 10 euros.
No hay que darle más vueltas a la ruedecita ni liarse tanto. Eso sí, tampoco hay que cerrarlo todo a cal y canto. No se debe olvidar que en esta situación de pandemia una de las recomendaciones básicas es ventilar frecuentemente. Cinco minutos cada hora y eso es un choque de intereses con la eficiencia energética. Eso sí, hay una diferencia. Una cosa es hacerlo de forma controlada por motivos sanitarios y otra bien distinta que el calor se escape por las rendijas de las ventanas. No es lo mismo y de hecho ahí está otra de las muchas causas que han ocasionado la repentina subida de la luz. La emergencia sanitaria también ha disparado el consumo y también el precio del gas. Así que, siempre todo con control para no liarla (Pardo) con el recibo de la calefacción.