Eso, sobre todo, sin excusas. También sin secretos. Todo lo que se necesita saber sobre paneles solares para rentabilizar lo antes posible la inversión fotovoltaica.

Nos sobran los motivos y ya se agotan las excusas. Cada uno tiene los suyos, pero no es ningún secreto que cualquiera puede instalar paneles fotovoltaicos en su azotea. No solo puede, sino que debe y para hacerlo hay tres grandes motivaciones. En realidad, como con casi todas las cosas. Sea como sea, la primera suele ser la económica. Es rentable y mucho. Desde el primer día, además, y para los que tengan dificultades económicas se puede financiar a través del propio ahorro en el recibo de la luz. Casi nada y con poco esfuerzo. Más sencillo imposible. Luego hay razones medioambientales. Hacer del mundo un lugar más sostenible y, por tanto, mejor es también una prioridad. Y si a todo eso se le suma que generan riqueza y crean nuevos puestos de trabajo… Sí, sobran los motivos que decía Sabina, aunque lo suyo era por otra cosa.
Difícil calcular la inversión de una instalación fotovoltaica sin un estudio personalizado, pero de media suele estar en torno a los 6.000 euros.
Lo de las excusas, que de eso va más bien la canción, es ya otra historia. La principal suele ser el coste. La inversión necesaria para hacer la instalación. Pues, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La Mañana en COPE Canarias, es difícil cuantificarla sin un estudio previo. Análisis individualizado porque no hay medias. Cada caso y casa es distinta. No es lo mismo teletrabajar que llegar a casa a última hora de la tarde. Tampoco es igual pasar allí los fines de semana o ir a una segunda residencia. O, incluso, tener un coche eléctrico en el garaje por las noches. Eso por decir algo, porque hay infinidad de factores a tener en cuenta. Siempre hay que analizar cada caso en particular, pero si se tuviera que dar una media de inversión estaría en torno a los 6.000 euros. Por supuesto, según las necesidades.

Y eso sí, IVA incluido. Además, no siempre es necesario disponer de todo el dinero. Se puede financiar. Lo hacen la mayoría de empresas del sector como Próxima Energía y se puede ir pagando con el ahorro en el recibo de la luz desde el primer día. Con todo, aún hay mucha gente que no se atreve a dar el paso por puro desconocimiento y también por miedo. Aún hay mucha gente que cree que aquello del impuesto al sol sigue vigente. Pues, cambió hace un par de años y, ahora sí, se acaban las excusas. Aunque mejorable, la nueva normativa del año 2018 simplifica mucho el proceso. Más sencillo, rentable y menos papeleo, sobre todo, en instalaciones individuales. Para las comunidades de vecinos se exige mayoría de 1/3 y poner de acuerdo a todos los propietarios no es ni mucho menos fácil. Ahí es donde puede estar la dificultad.
La mejor opción para ahorrar en tu factura de la luz está al alcance de tu mano. Con una batería virtual y paneles solares, podrás almacenar la energía no utilizada y usarla cuando la necesites. Descubre cómo.
Además, no siempre es necesario desembolsar todo el presupuesto de golpe. Se puede financiar y pagar cómoda y directamente con el ahorro en el recibo de la luz.
Mucho más sencillo es sacarle aún más partido a la instalación fotovoltaica. La obvia es que la energía autoproducida es electricidad que no sale del enchufe, que no cuesta. Pero, además, se puede ganar dinero con la que sobra. Sí, por muy bien hecho que esté el estudio de la instalación habrá momentos en los que quede energía sin utilizar. La excedentaria puede suponer aún más ahorro en la factura. Pagan por ella, pero su precio es menor que el de la electricidad que se compra. Hasta tres veces menos. Lo más rentable es siempre autoconsumir todo lo que se pueda. Cargar el coche a mediodía o poner la lavadora en las horas de sol. En caso contrario el ahorro por lavado se reducirá de 15 céntimos a tan solo 5 que devolverían por la energía sobrante. Se acaban las excusas y se multiplican por tres las razones.