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¿Cómo afectan la sequía y las olas de calor al precio de la luz?

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Con temperaturas más altas de lo habitual, los embalses por debajo de la media histórica y sin expectativas de grandes lluvias hay que empezar a preguntarse cómo afectan la sequía y las olas de calor al precio de la luz, por lo que pueda pasar.

No hay duda. Las renovables abaratan el precio de la luz. Cuando sopla el viento se nota y de qué manera; el sol ha conseguido que, jornada tras jornada, la mejor hora para poner la lavadora o cargar el coche eléctrico sea a mediodía, pero el problema ahora está en el agua. Los tres elementos son, en principio, fuentes inagotables de energía, pero con una diferencia. Mientras que el último se puede almacenar, los dos primeros aún no es posible.

¿Cómo afectan la sequía y las olas de calor al precio de la luz?
¿Cómo afectan la sequía y las olas de calor al precio de la luz? – Julia en la onda de Onda Cero (26 de abril de 2023).

El gran desafío al que se enfrentarán en los próximos años. Hasta entonces, lo que hacen las eléctricas es muy sencillo. Pasa en casi todos los sectores. Se especula con aquello que se puede guardar para utilizarlo cuando más interese. Es decir, cuando puedan sacarle el mayor beneficio económico. La sequía y el calor tampoco ayudan. Aunque los embalses hidroeléctricos están por debajo de la media histórica no se encuentran en una situación tan mala como los destinados a consumo humano. Falta agua y eso es un problema porque lo normal es que se aproveche para venderla a precio de champán. Al precio de la fuente más cara que siempre es el gas. Eso es lo que va a ocurrir si no empieza a llover con intensidad. Solo en ese caso, como sucedió en enero, se verían obligados a liberarlas para generar electricidad casi a cualquier precio.

Ya se sabe… si hace frío sube el precio de la luz y si hace calor… también. Puede sonar un poco a broma porque siempre ganan las eléctricas, pero es algo que tiene todo el sentido del mundo. El consumo de energía aumenta cuando hay adversidades meteorológicas. Casi un tercio del total de la energía que se utiliza se lo lleva la climatización. Ya se han apagado las calefacciones y todavía no se han encendido los aires acondicionados. Así que la demanda es baja. Eso sí, el problema viene cuando las olas de calor se prolongan durante tres o más días. Está comprobado que al tercer día de calor intenso aumenta su utilización y, por tanto, el precio. El primer día se toma como algo excepcional y se soporta hasta con cierta alegría; al segundo empiezan los sofocos y llega el cambio de ropa…

¿Cómo afectan la sequía y las olas de calor al precio de la luz?
¿Cómo afectan la sequía y las olas de calor al precio de la luz? – Julia en la onda de Onda Cero (26 de abril de 2023).

Y al tercero… ambiente tan recalentado que ya es imposible no encenderlo. Además, todos de golpe. Por este motivo, se puede prever que en unas semanas volverán las subidas y las bajadas de precios, aunque con una diferencia. La verdad es que no se esperan tantas oscilaciones como el año pasado por una razón muy sencilla. En agosto de 2022, en lo más intenso de la crisis energética y tras varias olas de calor de larga duración de forma ininterrumpida, el gas llego a cotizar en Europa por encima de los 350 euros por MWh. No hace falta recordar que el precio habitual es de 20. En estos momentos está cotizando a 38. Es decir, sigue siendo más caro de lo habitual, pero no hay precios tan desorbitados como los del último verano pasado.

De este modo, y aunque hubiera que tirar de ese gas para producir electricidad o del agua, que a efectos prácticos es casi lo mismo por cosas del sistema marginalista, se está muy lejos de los valores del año pasado. Por tanto, se esperan subidas respecto a los precios actuales, pero no llegarán a los 300 euros por MWh como se vieron en agosto. Afortunadamente ahora están muy lejos de esos niveles. Solo para tener una referencia abril va a cerrar en torno a 30 euros/MWh.

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