Utilizar correctamente el termostato, bajar toldos y persianas, ventanas bien cerradas en las horas de más calor y, por las noches, ventilación cruzada. Consejos para crear una isla térmica y que no se pierda el aire acondicionado a la media hora.
Para las vacaciones gustan y mucho las islas, pero mucho más aún el aire fresco. También las suaves temperaturas, la brisa del mar, el refrescante sonido de las olas y los baños en el mar. La receta perfecta para las vacaciones y, por supuesto, para el agobiante calor. Tanto es así que en las agencias de viajes siempre hay un especial islas. Baleares, Canarias… y para los que quieran o puedan destinos más lejanos como Rodas, Corfú, Malta o Mykonos. Tampoco hay que olvidar otros más exóticos como Cuba, República Dominicana, Jamaica o en Indonesia y Tailandia. Algo tienen que a todo el mundo le gustan. Quizá por la climatología o por la sensación de aislamiento y parte de esas sensaciones se puede disfrutar en casa con el aire acondicionado. Eso sí, siempre utilizado de la forma más eficiente para que no dispare las facturas.
La temperatura de confort del aire acondicionado, aquella en la que se encuentran cómodos la mayoría de las personas está entre 24ºC y 26ºC, aunque depende de la ropa y de la actividad que se desarrolle.
Por eso, a la hora de crear una isla térmica lo primero que hay que tener en cuenta es no usarlo a menos de 25ºC. Directamente prohibido a 21ºC como lo pone mucha gente. Muy importante porque la clave para conseguirlo es mantener la sensación de confort sin que se pierda en frescor a la media hora de apagarlo. Y, como no podía ser de otra forma, la clave una vez más está en el termostato. El gran aliado de la climatización, pero todavía hay mucha gente que no sabe cómo utilizarlo. El concepto es sencillo. Mantiene la temperatura. Exactamente siempre la misma. Sin subidas ni bajadas. Nada de llegar de la calle acalorado y poner 21ºC y cuando pasa un rato subirlo a 25ºC porque se tiene frío. Así no funciona y dispara el consumo. Lo mejor es dejarla constante, que es para lo que fue desarrollado.
Primera recomendación, no jugar con el termostato. Mejor dejarlo quieto y solo cuando se esté en casa, pero igual o más importante es la segunda. Usar de forma correcta las persianas y los toldos. Evidente y, probablemente, el sistema de climatización más antiguo que existe. No falla nunca. Algo que se hace de toda la vida, pero que la mayoría de las veces se olvida. No todo el mundo lo tiene tan claro y es muy sencillo. Cuando da el sol de frente se bajan y listo. Lógicamente más en las zonas en las que hay insolación directa. También cerrar las ventanas y no abrirlas nunca por la tarde. La mejor hora para ventilar en verano es por la noche o a primera hora de la mañana. Cuando mejor le venga a cada uno, pero evitando las horas centrales del día. Justo al contrario que en invierno.
Es decir, cuando la temperatura exterior es más cercana a la de confort, pero hay otra cuestión importante si se habla de crear una isla térmica. ¿Cómo dormir con mucho calor y sin los típicos ventiladores de techo del Caribe? Pegar ojo a más de 30ºC es casi imposible y hay estudios que lo confirman. Sin embargo, en difícil que las mínimas estén por debajo de esos valores. Lo normal es que por mucho calor que haga justo al amanecer sea de 22-24ºC. Así, lo mejor es poner el aire antes de dormir y luego abrir las ventanas cuando la temperatura baja utilizando ventilación cruzada si es posible. El método más eficiente es, en las casas en las que hay ventanas a dos fachadas, dejar que corra el aire para mantener una temperatura razonable sin poner el aire acondicionado toda la noche… ¡Bienvenidos a la isla térmica!