Ahorro para los hogares de hasta el 27% que ha subido la luz y para el medioambiente. Algunos pequeños gestos evitarían la emisión a la atmósfera de más de 15 millones de toneladas de CO2.
Ni videncias ni profecías. Tampoco es cosa de Murphy. Simple coincidencia. Pues, estaba escrito aquí mismo, en el blog de Próxima Energía, desde hace ya algunas semanas. Cómo ahorrar en la factura de la luz hasta el 27% sin hacer (casi) nada. Lo contó Jorge Morales de Labra en el programa Está pasando y ahora por pura casualidad, va y sube el precio de la electricidad justo ese mismo porcentaje. Eso, solo en lo que va de año y si se compara con la factura media de 2020, que fue la más barata de la última década. Cosas del destino y de Filomena, aunque se pueden encontrar algunas causas más. Pues, aún hay más. Por si todo esto fuera poco, también ha aumentado el del gas. 22% para el natural y el butano un poco menos, pero nada comparable al de la electricidad. Literalmente, para quedarse helados.
Así que, sí. Se puede compensar o neutralizar la subida del precio de la luz. Tan sencillo como volver a ver los trucos del director de Próxima Energía en Telemadrid. O más cómodo aún, poner en práctica los que ha contado en Trece al día de 13TV. Eso sí, estos últimos adaptados a la ola de frío. Pues lo primero que hay que entender es que no es fácil ahorrar tanta energía así de golpe. Difícil, pero no imposible. Incluso con algo más de tiempo y pequeñas inversiones se podría reducir el consumo aún un poco más. Eso sí, a corto plazo, y más con este frío, lo primero que hay que pensar siempre es en la calefacción. La clave está en ni pasarse ni tampoco quedarse corto empezado por la ropa que se lleva en casa y lo mismo con la temperatura del termostato.
La temperatura confort en invierno es de 21º durante el día y de 18 por las noches. Cada grado de más hará incrementar la factura en un 7%.
Así, cuatro grados de más ya casi neutralizarían el incremento. Eso sí, tampoco se trata de pasar frío con la que está cayendo. A más largo plazo hay más cosas que se pueden hacer. Sin ir más lejos, aprovechar las rebajas para cambiar el termostato por uno inteligente. Los de rueda en la pared no solo ya no se llevan, sino que además van perdiendo precisión. Al menos que sean programables. Horarios y temperaturas diferentes para el día, la noche o el fin de semana. Mucho más eficientes y se amortizan en el primer invierno. Otra inversión segura y un poco más barata es sellar las rendijas de puertas y ventanas con burletes. Además de evitar la entrada del aire frío en invierno y la del caliente en verano. Afortunadamente pocas son las familias que usan electricidad para calentarse porque la cosa está que echa chispas con el precio.
Por eso, en lo que se refiere a luz también hay detalles que pueden marcar la diferencia. El más básico y el más repetido, utilizar correctamente la regleta. ¡Tienen interruptor para algo! Sobre todo, para anular el consumo del stand by. Por ahí se escapa buena parte de la factura. Por eso se puede dar un paso más. Enchufes inteligentes que se pueden desconectar desde el móvil y también programarlos para que se desconecten al momento. Mucho más sencillo y también muy efectivo es lo de las bombillas LED. Hay que cambiarlas todas ya mismo y no esperar a que se estropeen las viejas. Ahorro inmediato. Utilizan 7 veces menos de energía para dar la misma luz. Por cierto, eso de dejarlas siempre encendidas nada de nada. Consumen lo que iluminan, Eso es un also mito y es más difícil neutralizar la subida del precio de la luz.