Curioso lo que pasa con la electricidad. Todo el mundo sabe que sube, pero luego el 62% de los consumidores desconoce cuál es su consumo. Por eso, conviene conocer bien todos los conceptos de la factura de la luz.
O lo que es lo mismo, se sabe que llegan las facturas, pero poco más. Igual pasa con las tarifas. Es decir, cuánto y como se paga por el consumo eléctrico. De hecho, más del 30% no sabe que tarifa buscar. Eso sí, lo que todos tienen clarísimo es que ha subido. Lo sienten mes a mes el 58% de las familias. La mayoría (97%) coinciden en que tiene una gran preocupación por el precio. Estas son solo algunas de las cifras que confirman que algo está pasando con los recibos. La conclusión es clara. No se entienden. Tres páginas, pero no hay quien las entienda. Así, lo único que está claro es que por más información que se incorpore en la misma no contribuye a su claridad. Más bien al contrario… y eso favorece los engaños. Por eso, hay que prestar atención y conocer algunos de los conceptos:
Termino fijo: potencia
El primero de los términos de la factura es el fijo. Llamado así porque normalmente el importe no cambia y es siempre el igual. Obvio, pero además está relacionado con la potencia. Lo de que si uno se pasa de los electrodomésticos que tiene conectados al mismo tiempo saltan los plomos. Lo que puede no ser lo mismo es la cantidad que pagan los consumidores. Tiene una parte que es la parte oficial. Está fijado en el BOE, pero luego dependiendo de la compañía pueden incluir un amplio margen por este conceto. Lo normal es que sea de 30 euros por kW al año. Sin embargo, hay usuarios que están pagando 60 o más. Lo importante es saberlo bien.
Termino variable: consumo
Más sencillo de entender todavía. Ni más ni menos, es la energía que se utiliza. Las vueltas que da el contador. Aquí es donde saber cuánto se paga se complica porque en el mercado hay un montón de opciones disponibles. Por un lado, están las tarifas variables. Es decir, aquellas en las que el precio va cambiando hora a hora todos los días del año. Luego vienen las de precio fijo en las que el precio del kWh es siempre el mismo hasta que toque renovar el contrato. Otras pueden combinar ambas y son también estables, pero diferentes importes para cada una de las franjas horarias… Hay un poco de todo. La dificultad es que la factura tiene varias líneas que hacen referencia al consumo y puede ser un poco confuso.
Otros servicios añadidos
El que siempre aparece en todas las facturas, se tenga la tarifa que se tenga, es el alquiler del contador. No es gran cosa, pero todo suma. Un euro o un poco más al mes, pero no tiene por qué ser el único servicio añadido. Puede haber muchos más porque se aprovecha para meter aquí casi cualquier cosa que uno se pueda imaginar. Todo porque hay empresas que para poder optar a un descuento los exigen. Pasa un poco como con las hipotecas y los seguros. ¡Incluyen hasta el mantenimiento de la nave espacial si es necesario! Es decir, cosas que no se necesitan nunca. 2 euros de aquí, 3 de allí y al final van sumando para que aumente el recibo final.
Impuestos: IVA y Especial de Electricidad
Siempre se ha dicho que más de la mitad de lo que se paga por la luz son impuestos y de eso nada de nada. De hecho, cada vez son menos porque todavía están superreducidos. Esa es la señal de que todavía no se ha salido de la crisis energética y que los precios aún siguen altos. No llegan ni al 6% de la factura por que el IVA sigue rebajado del 21% al 5% y el Especial de electricidad es casi 0. Ahora es la parte que menos influye en la factura o casi.
Tope del gas
Está claro. Término fijo y variable, servicios añadidos, impuestos… Así, cuando uno se cree que ya controla todo lo que hay que saber sobre el recibo… va y llega el tope del gas y encima lo hace con lío. Es complicado. Algunas compañías lo incluían sin decirlo en el término variable, otras en cambio no lo aplicaban, y luego están los que poco a poco se van sumando según van renovando los contratos. Nadie sabe nada ni siquiera de lo que paga por este concepto y encima ahora viene con refacturaciones porque en la mayoría de los casos se había calculado mal. En fin, un desastre del que poco se conoce y que dificulta la comprensión de la factura de la luz.
Por este motivo, recientemente se ha obligado a ponerlo en una línea a parte de la factura. Detallado individualmente, pero la descripción tampoco parece la más adecuada. Dice algo así como, “mecanismo de ajuste RD 10/2022…” Y así la gente no se entera absolutamente de nada. Cuando uno no comprende lo que tiene delante al final lo que pasa es que se confunde y se cae en engaños. El más habitual el del descuento. De hasta el 25% en algunas comercializadoras pero lo que pasa es que tienen fecha de caducidad. No solo duran poco, sino que al final se va a acabar pagando más por alguno de los conceptos anteriores.