En general, poner paneles solares compensa siempre, salvo en muy contadas ocasiones, pero su rentabilidad viene determinada por dos factores: las horas de consumo y la orientación del tejado, aunque hay otros más…
No tiene límites. Bueno, quizá uno. El sol que lo alimenta, pero cada vez son más las personas que quieren producir su propia electricidad. Motivaciones para instalar paneles solares hay muchas. Además, las razones de siempre como las medioambientales en el último par de años se han sumado a otras como las sociales y las económicas. Ya no es ningún secreto que quien tiene un tejado y no tiene autoconsumo está perdiendo dinero todos los meses. Así, como suena. Exactamente en el mismo momento en el que llega el recibo, aunque no es algo que dependa solo de la cantidad de energía. No es tan sencillo ni se puede resumir solo en ese dato. No hay reglas generales y lo que les va bien a unos les funciona igual a todos. Requiere de estudios personalizados y cálculos. Lo mejor es dejarlo en manos de profesionales, pero…
De una forma muy rápida… Cada familia puede tener un diseño de la instalación diferente y, por tanto, una rentabilidad distinta. Dependiendo de dos factores fundamentales. 1. Las horas a las que se realiza el mayor consumo energético. 2. La orientación del tejado. Es fácil de entender con un ejemplo. Si básicamente solo se está en casa por las tardes porque por las mañanas se trabaja y/o estudia y la cubierta de la vivienda da hacia el Este… Justo en las horas de mayor producción, cuando los paneles generan más electricidad, no va a haber nadie en casa. Apenas se va a poder aprovechar ni utilizar dentro de la propia instalación y se inyectará de nuevo a la red. Alguna compensación se va a recibir por venderla al sistema, pero no demasiado. Sin duda, su valor será mucho menor que si es auto consumida que es lo verdaderamente interesante.
Tan sencillo, y la vez tan complicado, como tener en cuenta orientación, horas de consumo, equipamiento doméstico… pero no en términos generales sino a nivel horario para garantizar la máxima eficiencia y rentabilidad.
También porque es el fin para el que fue pensada la instalación. Sin embargo, si en esa misma situación la orientación fuera al Oeste la cosa cambia por completo. La rentabilidad se multiplica hasta el punto de que lo normal sería instalar todos los paneles solares posibles hasta cubrir el consumo total. Además, hay otros factores que afectan. No tiene nada que ver si se tiene o no coche eléctrico y más si se puede cargar en las horas de mayor producción. Lo mismo pasa con la climatización. Es decir, si se usa aire acondicionado, bomba de calor u otro sistema basado en combustibles fósiles. La casuística es tan amplia y diversa como se pueda imaginar. Por eso, es de vital importancia un análisis detallado de cada instalación para determinar y personalizar el dimensionamiento. No hay dos casas iguales ni todas tienen idénticas necesidades.
Por cierto, también hay que tener en cuenta que hoy es menos rentable ponerse paneles solares. Mucho menos que hace un año. La razón es muy sencilla… El precio de la luz ha bajado tanto especialmente en las horas centrales del día cuando la producción de las instalaciones es mayor, que afecta a los plazos de amortización. Por tanto, es más importante que nunca analizar todos estos factores de forma individualizada. Eso sí, que no produzca tantos beneficios como hace 365 días no deja de hacerlos interesantes. No es un pelotazo, ni mucho menos. ¡Qué nadie crea que es una inversión de 10.000 euros con 8.000 de subvención, como ciertas empresas del sector anuncian, y que la diferencia se recupera en un año. Esto no es verdad, aunque si se hace bien teniendo en cuenta todos estos factores se puede rentabilizar entre 5 y 10 años.