Otro factor que también influye en las ventas de coches eléctricos es la distribución de los puntos de recarga. En España tan solo hay 382 cargadores públicos por cada millón de habitantes frente a otros como Francia, Finlandia o Alemania que superan los 1.000.
Todo el mundo tiene costumbres y manías al volante. Algunas afectan al modo de conducción y, por tanto, a la eficiencia y otras al mantenimiento y correcto funcionamiento del vehículo. Entre las más extendidas están no cambiar los neumáticos hasta que no están tan lisos como los de un Formula 1 ni el aceite hasta que toca pasar la revisión o se enciende el piloto en el cuadro de mandos. Lo mismo sucede con el anticongelante o el limpiaparabrisas. Hasta que no se le da al botón y no sale nada de agua no se rellena. ¡Menos mal que lo suelen hacer en los talleres en cada visita! Lo mismo sucede con la gasolina… A la mayoría les gusta apurar todo lo que se pueda antes de pasar por una estación de servicio. La ventaja es que siempre hay una cerca, pero si se conduce uno eléctrico la cosa cambia.
España se encuentra a la cola de Europa en lo que se refiere a ventas de coches eléctricos con un 4,7% junto a países como Eslovaquia. La lista que encabeza Noruega con el 83% y le siguen otros como Islandia, Suecia, Finlandia y Dinamarca.
Y esta puede ser una de las diferencias que expliquen el contraste de ventas de coches eléctricos en todos los países de Europa: el desarrollo de una red de carga adecuada a las necesidades del parque automovilístico. La cantidad y la distribución de puntos de recarga de acceso público por cada millón de habitantes está aún por desarrollar. No destacan especialmente en ningún país más allá de Francia que, por cierto, no es de los países en los que más se venden. Finlandia y Alemania también cuentan con más de 1.000 por cada millón de habitantes, pero en España… baja hasta los 382. Casi una tercera parte y al nivel de otros como Eslovaquia o Croacia. En total, 25.000. Insuficientes para el segundo país más grande de la Unión Europea, aunque dentro de poco aumentará hasta los 500/millón. Entonces habrá que ver si soporta la creciente demanda.
Sin embargo, al final lo de los repostajes es una cuestión de números. En España ahora mismo hay 11.980 gasolineras. Pueden no parecer muchas porque siempre hay ahí una cerca cuando se la necesita, pero no son tantas. El tiempo medio para llenar un depósito es de 3 minutos, pero lo habitual es que cada una de estas estaciones de servicio tiene más de un surtidor. Normalmente hay 7 u 8. Este dato del tiempo es fundamental porque con el coche eléctrico, todo el mundo lo sabe, es mucho mayor. Puede ir desde las 6 horas en los cargadores más lentos hasta los 10 minutos en los llamados ultrarrápidos, pero estos últimos ni son tan frecuentes ni todos los vehículos lo admiten y soportan. De hecho, son la excepción.
Entre estos extremos, el más lento y el más rápido, luego hay un amplio rango. Así, lo habitual es que no sea ni una cosa ni la otra y quedarse en torno a la mitad. 3 minutos del repostaje de un vehículo de combustión frente a los 45 de un coche eléctrico. Por este motivo, el tiempo que se emplea para para cargar las baterías es uno de los factores determinantes para calcular el número de puntos de recarga necesarios.