Reduciendo la velocidad en 10 km/h se ahorra casi 1 de cada 3 litros de combustible (27%) y subiendo un grado la temperatura un 7%… Y estos son solo algunos de los datos que confirman que la eficiencia energética es muy rentable.
Ya no es solo solidaridad, sino que también es una cuestión económica. En España no hay tanto problema con el suministro de energía, pero la mayor dificultad está en el precio. Algo que desde hace tiempo se siente en la factura de la luz, a la hora de repostar en las estaciones de servicio y, por supuesto, con el gas. No ha llegado el invierno y están empezando a llegar renovaciones de contratos que multiplican el coste del MWh por dos o incluso tres. Además, las compañías avisan que es solo temporal porque habrá más en el futuro. Por eso, las medidas de eficiencia energética, recomendadas desde Bruselas, más allá de la solidaridad con el resto de los países de la Unión Europea, tendrán una importante repercusión en los bolsillos. También ha puesto sobre la mesa un debate importante. El del ahorro y hay datos que lo confirman.
En el futuro más inmediato, y durante los meses más fríos del año, la factura del gas puede llegar a multiplicarse por cinco respecto al pasado invierno y esa ya debería ser suficiente razón para mejorar la eficiencia energética.
Sin ir más lejos, la gasolina ha dado mucho que hablar en los últimos tiempos. Incluso las protestas y las movilizaciones han llegado a las calles. Afortunadamente ha bajado un poco, pero el precio sigue siendo muy alto. Cara, carísima y con un agravante. El verano es la época del año en la que más se utiliza. Mayor cantidad de desplazamientos por carretera y poco son los conductores que cuando se ponen al volante conocen el siguiente dato. Por cada 10 km/h que se incremente la velocidad, por ejemplo, de 120 a 130 hm/h tan solo se ganan 5 minutos por hora para llegar al destino. Sin embargo, no acaba ahí la cosa… Al mismo tiempo que se pisa el acelerador ese poco más aumenta el consumo de combustible un 27%. ¡Casi nada! Por eso no vale luego quejarse que llenar el depósito ya cuesta más de 100 euros.
No pasa nada por reducir la velocidad en 10 km/h en carretera. Así, no solo se cumplirá con los límites establecidos en el código de circulación, sino que además se puede llegar a ahorrar uno de cada tres litros de gasolina.
Por tanto, las medidas no son ninguna tontería. Y lo mismo pasa con el aire acondicionado y la calefacción. 7% de ahorro con solo subir la temperatura de 26ºC a 27ºC. Por cierto, algo mucho menos gravé que saltarse los límites de velocidad y tampoco se nota demasiado cuando los termómetros en el exterior rozan los 40ºC. Menor ahorro que con los combustibles, pero se deja sentir también en los presupuestos familiares. Además, como ha recordado Jorge Morales de Labra en La hora de La1, tampoco es necesario poner la climatización a 22ºC. Sobre todo, porque los dispositivos domésticos no tienen la potencia necesaria para alcanzarla. Eso, y porque muy pronto se sentirá frío. Por este motivo, estas cifras y algunas más deben estar siempre presentes en la cabeza de todo el mundo. Luego no vale llevarse las manos a esta parte del cuerpo cuando se reciban las facturas.