En Próxima Energía siempre hemos trabajado y contribuido para maximizar el valor de toda esa energía sobrante para nuestros clientes y eso pasa siempre más por un correcto dimensionamiento que por el precio de los excedentes.
Algo está cambiando en el sector de la electricidad. La gran bajada de los precios en el mercado mayorista tiene una lectura muy positiva. La energía que se consume sale mucho más barata. De hecho, con la tarifa Cristalina se está pudiendo disfrutar de muchas horas en las que el coste es cercano a cero, pero tiene una parte negativa para todos los que tengan paneles solares en sus casas o empresas. La valoración de los excedentes se ha visto reducida sustancialmente. Es decir, el precio que se cobra cuando sobra energía a mediodía y la producción es mayor. En Próxima Energía siempre hemos trabajado y contribuido para maximizar el valor de toda esa energía sobrante para nuestros clientes. Con este propósito, fuimos los creadores de la batería virtual que hoy es un estándar en el sector.
Entonces, ¿por qué no pagamos un precio fijo por los excedentes? Muy sencillo, porque estamos convencidos que lo más justo es pagar lo mismo que el mercado y este no tiene precios fijos. Además, la tendencia es a que su valoración sea cada vez menor.
Por este motivo, un buen dimensionamiento de la instalación es crítico. Especialmente en los últimos años ha habido un montón de personas que han sobredimensionado sus instalaciones por diferentes motivos. De entre todos, destacan tres. Las subvenciones, los altos precios de la luz y de los excedentes durante la crisis energética y otros intereses. Es totalmente legítimo que quien quiera pueda negociar con esa energía sobrante, pero la esencia del autoconsumo es otra. En Próxima Energía apostamos por hacer un dimensionamiento basado en la rentabilidad. En tratar de maximizarla y eso no siempre pasa por tener cuantos más excedentes mejor. A veces significa justo lo contrario porque el problema es que el precio de venta ha cambiado mucho en los últimos años. Por eso, no debería ser el criterio prioritario.
Antes del comienzo de la guerra de Ucrania el precio de los excedentes solares estaba en torno a los 4 céntimos o como mucho 5. También es cierto que, como consecuencia de esta, durante la crisis energética, su valor se disparó a más del doble. Llegó a superar los 12 céntimos en algunos momentos y ahora con la situación más o menos controlada pasa lo contrario. Sobre todo, en los meses de primavera y otoño donde la cantidad de energía solar que se produce es enorme en las horas centrales del día. Además, a esto se le suma, que durante estas estaciones del año el consumo todavía es muy bajo. No hace falta poner el aire acondicionado ni tampoco la calefacción… Por eso, el valor de los excedentes puede llegar a ser prácticamente 0. En muchos casos no llega ni al céntimo de euro. Sin duda, una gran diferencia.
En Próxima Energía diseñamos y proyectamos instalaciones de autoconsumo. Siempre hemos defendido que, incluso en el ámbito doméstico, se analice y se dimensione en base a dos factores: consumo hora a hora y tejado disponible.
Esta es la cauda por la que no se puede retribuir como uno quiera porque tampoco lo hace el mercado a ese precio. En Próxima Energía lo que hacemos es trasladar el precio mayorista tal cual. Ni más ni menos, lo que vale esa energía. Lo que pagan por ella las compañías eléctricas. Además, se hace sin ningún tipo de trampa ni nada parecido. Cuando valía 12 se pagaba 12 y ahora que vale 1 se paga esa misma cantidad. Del mismo modo, en los últimos meses la energía que utilizan nuestros clientes ha tenido un precio de 7 céntimos. Ese precio, por supuesto, con todo incluido: cargos, peajes y todos los sobrecostes obligatorios que aparecen en la factura. También lo que cuesta en el mercado. ¿Esto quiere decir que no merece la pena tener paneles solares? Siempre compensa, pero mejor si se hace un correcto dimensionamiento.
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