La mejor fórmula para usar la climatización es el sentido común. La más eficiente y la que permite ajustar el consumo y las facturas. Eso sí, para aplicarlo antes hay que aclarar algunas dudas frecuentes y errores sobre el aire acondicionado.
Obvio, pero no tanto. Lo primero que hay que saber es que el error más común se produce antes incluso de encender el aire acondicionado. Es decir, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Madrid Directo de Telemadrid, es no hacer caso a donde está el sol. Conocer su posición y si entra por la tarde por una ventana orientada al Oeste es evidente que hay que cerrar la persiana. Sin duda, el mejor momento para hacerlo. Lo primero debe ser siempre evitar la incidencia directa del sol. Sencillo, efectivo y sin ningún coste. No consume electricidad. Es más… si por el contrario está orientada al Norte ni siquiera hay que hacerlo en todo el día y se pueden quedar siempre subidas. También hay que tenerlo en cuenta a la hora de ventilar para evitar que las intensas temperaturas del exterior y el aire calienten más las casas.
La mejor hora para ventilar es por la mañana. Si se puede hacer nada más levantarse a las 7 o a las 8 es mucho mejor que a mediodía o por la tarde cuando la temperatura exterior es muy superior a la interior.
Otra cosa que tampoco se suele hacer con el aire acondicionado es la limpieza y puesta a punto. La mayoría de las personas no lo han hecho desde que lo compraron y de eso ya han pasado bastantes años. Pues, hay que tener en cuenta que esa acumulación de polvo y suciedad en los filtros además de ser perjudicial para la salud resta eficacia al propio funcionamiento. Incrementa la factura sin que esté rindiendo a su máximo nivel. Todo porque se está dificultando la entrada de aire en el sistema y se disminuye la potencia y el rendimiento. Absurdo. Por eso, lo normal es limpiarlos al menos una vez por temporada. Además, es una operación de lo más sencilla. Ni siquiera hace falta un destornillador. Basta con extraerlos, ponerlos un minuto bajo el grifo, dejarlos secar y ¡listo! Más confort y ahorro.
Los filtros del aire acondicionado al menos se deben limpiar una vez al año antes del comienzo de la temporada de verano y si tiene bomba de calor también antes de que empiece la de invierno.
Más cosas y otra duda… ¿Cuál sería la temperatura adecuada? Desde un punto de vista de eficiencia energética lo mejor siempre es encenderlo un rato después de haber llegado a casa y apagarlo media hora antes de salir de nuevo por la puerta. En cualquier caso, la clave está en el termostato. 26ºC es una temperatura razonable (ahora con las medidas del Gobierno sería de 27ºC). Eso sí, lo que es un error muy frecuente es ponerlo a 20ºC cuando se tenga mucho calor y enfríe más rápido. Más que nada porque nunca llegará a alcanzar ese nivel. Los aires acondicionados domésticos no tienen tanta potencia para alcanzarlos. Además, con un problema añadido. Muy pronto se volverá a sentir frío y lo que no tiene sentido es estar todo el rato subiendo y bajando la temperatura. El termostato será el encargado de mantener en todo momento una temperatura constante.
Sin duda la mejor forma de ahorrar energía porque por cada grado de más el consumo se incrementará un 7%. Directamente en la factura y eso sí que puede producir bastantes sofocos.