La electricidad es algo que preocupa y mucho a todos y la actual situación de precios hacen que surjan ciertos bulos sobre el tema. El último, un improbable apagón energético este invierno…
Afortunadamente ya se está dejando atrás la pandemia, al menos, a nivel sanitario. Por fin, buenas noticias. Sin embargo, ha dejado otras consecuencias y algunas de lo más imprevistas: los suministros básicos y, sobre todo, la energía: combustibles, gas, electricidad… ¿Qué es lo que está pasando? Pues lo primero que hay que decir es que tampoco hay que preocuparse mucho por el tema. Es altísimamente improbable que en España se vaya a producir un apagón energético de estas características y además de hacerlo sería una cosa temporal. El último no fue hace tanto tiempo. Tuvo lugar el 24 de julio de este mismo año y la causa estuvo en un incendio en la frontera con Francia. Tan solo duró media hora y afectó a más de un millón de personas. El más grave en los últimos 20 años. Por eso, lo primero que hay que tener mucha tranquilidad.
No hay que darle demasiadas vueltas. Lo que ha pasado es muy sencillo. El mundo se ha parado durante meses por el coronavirus. Importante, no es algo solo de Europa o de España. Ha afectado a todo el planeta por igual. Durante este tiempo se ha consumido menos energía y las compañías del sector han invertido menos por la caída de la demanda. Por ejemplo, en el gas natural que es lo que más se ha notado. La media de inversión de los últimos 5 años es de más de 150.000 millones de euros anuales. Pues en 2020 solo fue de 100.0000 millones y la diferencia se nota… Además, el despertar de la pandemia ha sido mucho más rápido de lo esperado y el consumo se ha vuelto a disparar todo de golpe. Al mismo nivel que en años anteriores y eso ha causado un problema de abastecimiento.
Menor inversión implica también producción más baja. Inferior cantidad de energía que ahora se quiere recuperar rápidamente para continuar con la actividad como si aquí no hubiera pasado nada. El problema es que no hay suficiente para todos. Hay que volver a coger el ritmo… China, hace más o menos un mes, empezó a cerrar el grifo con cortes de suministro. Mientras, en Europa de momento solo está afectando a las grandes empresas. A las que ya no les salen las cuentas para pagar los recibos. Porque como ha explicado Jorge Morales de Labra en Madrid Directo de Telemadrid, lo único cierto en todo este bulo que se ha montado con el apagón es que el precio se ha disparado. De auténtica locura y a unos niveles que ya se podrían considerar de escasez. Y a todo esto hay que sumarle algunas dificultades más.
La inversión de las compañías energéticas en explotación se redujo en un 33% en 2020 y eso se nota en la producción. De 150.000 millones anuales a menos de 100.000 y ahora hay que volver a coger el ritmo.
Hace unos días cerró uno de los gaseoductos que traen el gas directamente desde Argelia. No hay problema, aunque hay reservas para 40 días habrá que intensificar el que llega en barco y muchos son los que creen que hará aumentar aún más el precio. También hay que estar tranquilos con eso porque más de lo que ya lo ha hecho es difícil… Lo normal es que el precio del gas esté en torno a los 15 o 20 euros por MWh. Pues hasta la semana pasada estaba cotizando en 100. Demasiada tensión en el mercado. Un incremento del 20% podría considerarse difícil, pero más normal. Sin embargo, algo que multiplica su valor por 5 es sinónimo de escasez. Además, significa que hay ciertos consumidores, grandes industrias, sobre todo, que dejan de consumir. Más que nada porque ya no les salen las cuentas de ninguna manera.
Lo malo es que se traslade luego a toda la cadena de suministros. Por ejemplo, Fertiberia ha cerrado ya plantas en España. No habrá fertilizantes el próximo año y eso a su vez encarecerá el precio de las frutas y verduras a largo plazo. Es algo que está ocurriendo. Lo bueno es que España es el país que más diversificado está de toda la UE. Está bien preparada para lo que pueda pasar. Hay 6 entradas por puerto de gas natural licuado y barcos contratados hasta diciembre… Improbable, pero por primera vez desde la crisis del petróleo de hace más de 40 años la posibilidad de un apagón energético está ahí, pero es algo remoto. Podría haber restricciones de gas e hipotéticamente que afectara a la electricidad en momentos puntuales… pero de ahí a ir corriendo a comprar generadores o velas hay un trecho. Parece poco probable.