La estabilidad en el sector eléctrico, y en general en el energético, tiene un precio. En 9 de los últimos 10 años las tarifas variables como el PVPC o la Cristalina han sido más baratas que la mejor de las ofertas fijas.
Muchas dudas. Eso es lo que todavía hay con la tarifa regulada. Habrá un nuevo PVPC a partir de ahora, pero aún hay algo que no se ha aclarado. En realidad, lo más importante. Es decir, si los 9 millones de consumidores que la tienen contratada en estos momentos van a pagar un poco menos o, por el contrario, algo más a cambio de que el precio sea ligeramente más estable. También más predecible y que no esté tan sujeto a las oscilaciones del mercado mayorista como ocurría hasta ahora. El año pasado sin ir más lejos se vieron como los precios se dispararon casi de golpe y sin apenas margen de reacción como consecuencia de la guerra en Ucrania. ¡Hasta los 300 euros/MWh! 20 veces más de lo habitual. La buena noticia es que no hay que hacer nada. Seguirán recibiendo las facturas exactamente igual que hasta ahora.
El cambio con lo que tiene que ver es con la fórmula que se utiliza para calcular el precio de la luz y, por tanto, el importe de la factura que, al final, es lo que importa. La subasta diaria que le pone precio para cada hora del día, a la que estamos acostumbrados desde hace más de 10 años, va a ir teniendo cada vez menos peso. En cambio, progresivamente lo ganará otro valor fijado con antelación. Estará determinado por las previsiones a medio y largo plazo que, a la larga, son más estables. Por cierto, conviene recordar que a la tarifa solo se pueden acoger los hogares y las pequeñas empresas con menos de 10 kW de potencia contratada. También que es obligatoria para los beneficiarios del bono social. Del resto no se sabe nada de nada. Apenas se han dado detalles.
Solo entre julio y agosto de 2021 hasta septiembre de 2022…. Durante ese periodo de 13 meses fueron más interesantes y baratas algunas (que no todas) tarifas a precio fijo, el resto del tiempo la mejor opción han sido las variables.
Así, lo que se puede esperar del nuevo PVPC es mayor estabilidad para las familias. Ese es su objetivo. La crisis energética y los récords históricos en este suministro básico han generado gran inseguridad y desconcierto entre los consumidores. Hasta el punto de que pocos saben qué es exactamente por lo que están pagando. También por no saber cuál será el importe del siguiente recibo. Todos quieren menos altibajos, pero sobre todo pagar siempre lo mínimo posible. Por eso, como ha explicado Jorge Morales de Labra en 120 minutos de Telemadrid, hay que tener en cuenta que esa estabilidad tiene un precio. Está claro, especialmente en el sector eléctrico en el que ahora mismo se pueden encontrar dos tipos de tarifas.
A precio fijo o variable. Sencillo. Esto lleva siendo así desde hace un montón de tiempo. Así, el PVPC, es precisamente la tarifa variable más conocida. Depende del mercado mayorista al 100%. Desde que se puso en marcha allá por el año 2013… En 9 de los 10 años ha sido la opción más barata. Mucho más que cualquier otra modalidad de contratación que garantice mayor estabilidad. Sin embargo, esto va a cambiar muy pronto porque la tarifa oficial se va a convertir en un producto híbrido. Seguirá teniendo un componente variable, que irá cambiando hora a hora y recogerá los cambios en el mercado mayorista de forma instantánea, pero se le sumará otra parte fija. Además, irá ganando peso con un inconveniente, el largo plazo es más caro. El precio de la estabilidad… Afortunadamente seguirá habiendo tarifas 100% variables como la Cristalina de Próxima Energía. Electricidad más accesible.