Las amenazas y los chantajes de Rusia ya no son la principal causa del alza del precio del gas en los mercados internacionales. Ahora lo son más importantes otros factores como la situación de las nucleares de Francia.
No ha habido sorpresas. Tal y como se esperaba tan solo tres días después del anuncio del corte total del gas de Rusia el precio ha aumentado, pero solo un poco. Bastante menos de lo previsto. La cotización en el mercado TTF de Holanda, el de referencia en Europa, se ha incrementado un 30% respecto al viernes. Hasta los 250 euros por MWh. Sigue muy alto y, a la vez, ha quedado muy lejos de los récords históricos de la semana anterior. Aun así, también ha arrastrado en parte al mercado ibérico (MIBGAS) hasta los 146 euros. ¡El triple que hace un año! Por eso, la situación sigue siendo complicada. El nordstream que lo trae a Europa ya estaba al 20% de su capacidad y ahora no llega nada. Eso sí, las reservas están por encima del objetivo del 80% y eso son buenas noticias.
Reservas de gas al 80%. Y, sin embargo, un informe de la consultora Aurora Energy destaca que, aun así, con el llenado casi al completo de los almacenamientos, Europa solo tiene garantía de suministro para tres meses.
Por eso, los ministros de energía de la Unión Europea se van a reunir de emergencia esta misma semana. Buscan fórmulas para traer más y, sobre todo, para abaratarlo. Fundamental para la industria y también para los hogares. La preocupación de que siga subiendo es grande y hay que tratar de frenar su escalada. Algo que no solo depende de Rusia sino, además, de un montón de factores. De hecho, las amenazas de Putin ya no son la principal causa que provoca el aumento del precio. Ya sus palabras no le afectan tanto a los mercados como otras variables. Ahora hay una nueva causa que es aún más determinante. Solo hay que fijarse un dato muy significativo para comprobarlo. Tras el anuncio del corte del gas todo el mundo daba por hecha una subida del precio. Sí, se ha producido y…
Sin embargo, ha sido bastante más moderada de lo previsto. Incremento del 12%, pero no ha multiplicado su valor por 2 o por 3 como esperaban en Rusia. Esto quiere decir que los mercados ya daban por descontado que no iba a haber gas ruso durante el invierno. También que a Putin ya se le han acabado los argumentos para sus chantajes. Poco más puede hacer ya. Otra cosa es que a partir de ahora se puedan ir añadiendo problemas adicionales. El más importante en estos momentos es la situación de las centrales nucleares francesas. Ahora mismo tienen 3 de cada 10 paradas y eso tiene consecuencias. En condiciones normales Francia estaría exportando su energía eléctrica a los países de su entorno y está sucediendo justo lo contrario. En España, sin ir más lejos se está utilizando más gas de lo habitual para apoyarles y se nota en el precio.
La situación de las centrales nucleares francesas ha tenido un curioso efecto. Las horas valle ya no son las más baratas porque a las 5 de la mañana en España se está usando mucho más gas de lo habitual para producir electricidad y darles apoyo.