El botón de inicio diferido de los electrodomésticos sirve para programarlos para cuando el precio de la luz es más bajo… y con la inflación sucede un poco lo mismo. Lleva siempre cierto retardo, pero llegará.
Por fin, ¡buenas noticias! Eso sí, solo a medias. Importante porque es en lo más elemental y la causa de la subida de todos los productos. Bajan los precios de los combustibles. Gasolina más barata y también de la electricidad. Sin embargo, no se nota para nada en el resto de los bienes y servicios que la usan ni tampoco en la inflación. Inferior a hace unos meses, pero sigue elevada. Muy alta. Muy por encima del 6% y no hay quien lo entienda. En cualquier caso, hoy el MWh cuesta 75 euros y la mejor de las noticias es que lleva tres meses seguidos en los cuales es más barata que en el mismo periodo del año pasado.
La luz más barata que hace un año y a los combustibles poco les falta. Baja la inflación, pero no los alimentos y otros productos básicos. Entonces, ¿Por qué siguen subiendo los precios si la energía ha bajado?
Lo cual no quiere decir que sean baratos. De hecho, es algo más del doble de lo que venía siendo habitual antes de la crisis energética, pero más bajos que hace tan solo 12 meses. Eso sí, solo lo notarán los que tengan una tarifa variable. Aproximadamente la tercera parte de los consumidores. Es decir, en torno al 30% de la población que son los que tienen la tarifa oficial o una indexada al mercado mayorista y cuyo precio va cambiando para cada hora del día. También para las empresas que han visto reducida su factura durante el último trimestre respecto a los mismos meses de 2021. Esto, ni más ni menos quiere decir que… Sea cual sea la actividad de fabricación de las compañías, desde aluminio hasta roscones de reyes o galletas de jengibre tan típicas de estas fechas, si utilizan energía eléctrica les sale más barato.
Ninguna tecnología ha sido capaz de neutralizar la fuerza de la gravedad en la Tierra salvo las subidas de precios y la inflación. Suben sin parar, pero luego les cuesta mucho bajar y eso si es que lo hacen en algún momento.
Así, los costes de producción se han recudido tanto que ese acusado descenso debería ayudar a bajar los precios. Es más, si solo se tuviera en cuenta el precio de la electricidad en la fabricación, la inflación debería estar ya en índices negativos y no es el caso. Todavía le falta bastante. Es un poco inferior a la de los meses de verano, pero sigue al alza y con signo positivo. Esto es porque tiene cierto retardo. Algo así como el botón de diferido de los electrodomésticos. Además, ya se sabía y se advirtió desde el pasado mes de diciembre de 2021. Sube mucho más rápido de lo que baja porque el resto de las materias primas todavía sigue alto. Por este retraso lo más normal es que sea a partir de marzo cuando se note una bajada mucho más acusada de este índice y, por supuesto, de los precios.
El precio de la luz lleva varios meses bajando, pero lo más importante es que durante los tres últimos ha sido más bajo que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, no se nota aún en el resto de los productos.