Siempre que se habla de soluciones para contener el precio de la luz acaba saliendo la de la creación de una empresa pública de energía, pero ¿cómo debería ser para lograrlo?
Empresa Pública de Energía, pero ¿de qué exactamente? – El Cascabel de TreceTV (1 de noviembre de 2021).
Para bajar el precio de la luz se ha intentado prácticamente de todo… se han reducido cargos y peajes hasta casi hacerlos desaparecer, bajado el IVA a la mitad, se han suprimido totalmente otros impuestos, y mucho más. Por intentar hasta se ha tratado de retirar parte de los beneficios a las eléctricas y como si nada. Sin embargo, siempre hay una propuesta que suena y al final se queda al fondo del cajón. Pues coincidiendo con Cumbre del Clima de Glasgow la opción de crear una empresa pública de energía ha vuelto a coger fuerza. Sobre todo, en Cataluña. No se saben los detalles. Tampoco si se trata de una comercializadora, distribuidora o si se dedicará a la generación, pero ahí está. ¿Qué es lo que quieren hacer en realidad? Más que nada porque las cuentas no acaban de salir.
Así, si la idea es poner en marcha algo similar a lo que ya funciona en Barcelona desde hace un tiempo la verdad es que la cosa no comienza bien. No lograría cumplir con el objetivo. Como ha explicado Jorge Morales de Labra en El Cascabel de TreceTV en el sector eléctrico básicamente hay tres actividades: producción de energía, transporte y redes, y por último la venta o comercialización. No hay ninguna más. Solo esas y la segunda no puede ser la idea que tienen en mente porque la distribución está regulada. Las empresas que se encargan de llevar la luz hasta las casas son las que son y no puede haber más. Constituyen un monopolio natural para que en las ciudades solo haya un cable y no 200 de otras tantas compañías diferentes. Lógico, aunque luego, en realidad, tan solo cinco grandes compañías controlen el 95% del transporte.
Por tanto, eso no puede ser… Así que para la futura empresa pública de energía solo quedarían dos posibilidades más. Tampoco puede ser la comercialización. No tendría mucho sentido y ahí está la experiencia de Barcelona Energía para demostrarlo. Al final tendrían que comprar la luz en el mismo sitio que el resto de comercializadoras y a los precios que marca el mercado. Es decir, de nuevo a las grandes eléctricas que ya se están frotando las manos con esta alternativa. Seguirán teniendo los mismos beneficios, pero quitándose de todos los problemas asociados de facturación, atención al cliente, … En lugar de tener que emitir 100.000 o 1.000.000 de recibos al mes, cliente por cliente, solo tendrían que hacer uno a nombre de la empresa pública. Mal negocio que además no serviría para hacer bajar o controlar el precio de la luz.
Ahora bien, si lo que va a dedicarse es a la generación la cosa cambia bastante. Entonces sí que podría solucionar algunos problemas. Sobre todo, el que debería ser siempre objetivo prioritario de las Administraciones Públicas: combatir la pobreza energética. Para eso seguro que a la gran mayoría de las personas les parecería perfecta la creación de una empresa pública, pero hay un problema del que apenas se habla. Y es que en Cataluña se vive una situación un poco especial si se habla de energía. Está vetado para la construcción de nuevas plantas renovables. Sí, como suena. La reglamentación o no lo permite o pone muchas restricciones a la hora de poner los proyectos aislados. Por eso se hace raro que la Generalitat vaya a hacerlo cuando a la inversión privada no se le ha permitido. Parece difícil de creer y convendría aclararlo, antes de nada.
Por suerte, aún queda otra posibilidad dentro de la propia generación con mucho más sentido. Llenar de paneles solares todos los edificios públicos. Desde colegios hasta hospitales y, por supuesto, los de los propios organismos de la Generalitat. También los de otros espacios como aparcamientos, estaciones de tren o paradas de autobús y que toda la energía generada sirviera para ayudar a los más vulnerables. Esa sí que sería una propuesta de valor más que interesante. Excelente de hecho. Todo lo contrario que tratar de competir en precio y clientes con las grandes eléctricas a la vez que se veta la participación privada para lo mismo… Sería un absoluto despropósito. Tampoco hay muchas más alternativas… Ya no es tiempo de ponerse a hacer nuevos embalses ni mucho menos centrales nucleares, ¿verdad?