Las claves para encontrar la bombilla LED más adecuada para cada estancia y utilidad, porque no es lo mismo iluminar un baño o un escritorio.
Ni cosa de buena suerte ni del destino. Mucho más fácil que encontrar un trébol de cuatro hojas o una aguja en un pajar. Tampoco es tan sencillo como descubrir la que le venga como anillo al dedo o la que mejor encaje en el zapato de cristal. Porque eso es lo primero que haría todo el mundo al ir a cambiarla, fijarse en el casquillo. De rosca de toda la vida e27 o e14 más finos, focos, fluorescentes, … Para todos hay LED y ya nadie discute su rentabilidad. Pero ese es solo el primer paso hacia encontrar la más adecuada. Luego no vale quejarse de que la nueva ilumina menos que la antigua y así. No es solo cuestión de la tecnología sino de tener en cuenta otros aspectos. Para explicarlos, ha estado Jorge Morales de Labra en Madrid Directo y más de uno se va a sorprender.
Hasta hace unos años en la iluminación se iba hasta el 25% de la factura. Ahora no llegaría ni al 5% de total. Ahorro más que significativo
El casquillo es, sin duda, lo más básico, pero para encontrar la bombilla LED perfecta aún hay mucho más. Sí, la cosa se puede complicar con conceptos como el de (1.) angulación. Más sencillo de lo que parece a primera vista. Todas la tienen y es el ángulo de apertura del haz de luz. Es decir, si es mas ancha o más estrecha el área iluminada. Puede ir desde los 15º que es una luz muy directa como para una mesa o un escritorio, hasta los 160º, e incluso más, para iluminar de forma general habitaciones completas. Depende, por tanto, del uso que se le vaya a dar y es determinante a la hora de comprarla. Tanto como el tipo de bombilla, aunque parezca mentira. Eso sí, hay que tener en cuenta que a mayor grado de apertura suelen ser más caras.
Seguro que ahora más de uno empieza a ver la luz y a comprender el motivo por el que sus lámparas no iluminan todo lo que les gustaría. Pues aún hay más… Tipo, necesidad, utilización y, ahora también, estancia. No es lo mismo iluminar un baño que un salón, ¿verdad? Ni por tecnología ni tampoco por ángulo o (2.) temperatura de color. De lo que toca hablar hora y más si se tiene en cuenta que los LED tienen fama de fríos. Efectivamente, es una luz demasiado fría o, mejor dicho, demasiado azul. Se mide en grados Kelvin y los hay de hasta 4.000K. Tan blanca que solo se recomienda para cocinas y baños. Para lugares en los que se necesita reconocer colores de la forma más fiel posible. Mientras que para salones y dormitorios es mejor que sea más acogedora y cálida. 2.700K será la más adecuada.
Hasta 7 veces menos de electricidad necesitan las lámparas LED para dar la misma luz que una bombilla convencional
Por si todo esto fuera poco, hay otro factor a tener en cuenta: la cantidad de luz. Hasta hace bien poco todo el mundo hablaba en vatios y se entendía a la perfección. De 100W eran las que más luz daban y a partir de ahí la cosa iba bajando de intensidad. Efectivo, pero incorrecto porque en realidad es una medida de consumo de electricidad. Ahora tampoco hay que fiarse porque, como todo el mundo sabe, los LED consumen hasta 7 veces menos. Un auténtico lío y mas si se tiene en cuenta que ahora lo propio es hablar de lumens para referirse al (3.) flujo luminoso. Eso sí, hay un truco, no muy científico ni riguroso, para los que también siguen hablando en pesetas. De andar por casa, pero efectivo: multiplicar por 10 los vatios de las bombillas antiguas.
Así, una lámpara incandescente de 40W es el equivalente a un LED de 400 lumens que, por cierto, tendría un consumo de 4-5W. Aún así, todos los envases suelen llevar tablas de equivalencias para hacerlo aún más sencillo. Ahora sí, ya con todas las cartas sobre la mesa, es hora de encontrar la que le vaya al dedo o en la que mejor encaje el zapato de cristal. Para un baño, por ejemplo, mejor un ángulo de apertura grande y una temperatura de color fría para apreciar bien los colores. 4.000K va a ser perfecta, pero además hay que encontrar la que tenga un flujo luminoso adecuado. Menos de 400 lumens no es, desde luego, recomendable para ver un poquito bien. Así, siempre se acertará y encontrar la bombilla LED más adecuada será más sencillo que descubrir un trébol de cuatro hojas o una aguja en un pajar. Si buscas la mejor manera de ahorrar en tu factura de la luz, visita nuestra página de tarifa de luz variable.