Tan importante es producir la electricidad que se consume como lo que se hace con ella. Mientras las energías renovables pisan el acelerador el coche eléctrico, por el contrario, no termina de arrancar.
Siempre que se habla de energías renovables se hace referencia al poder del agua, la fuerza del viento y de cómo abaratan el precio de la luz. También de la intensidad del sol y, por tanto, de autoconsumo fotovoltaico. Sí, del número de paneles, de la potencia, de la orientación, del consumo hora a hora, de dimensionamiento y, desde hace poco, de batería virtual. Todo para sacarle el máximo partido y rentabilidad. La sociedad está preparada para asumir el reto de la transición energética. Y lo ha hecho a fuerza de ver cómo los recibos energéticos se han ido incrementado sin parar en el último año y medio, pero sus beneficios están ahí. Siempre lo han estado, pero la crisis energética los ha hecho más evidentes aún, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La tarde en 24 horas de TVE.
Más de 13 años de media. El envejecimiento del parque automovilístico es evidente y, aunque cada año se ven casi un millón de coches nuevos apenas el 5% son eléctricos.
Importante ahorro en el recibo de la luz y un mundo más sostenible. Cierto que requieren de una inversión inicial, pero se financian prácticamente solas. Exclusivamente con el ahorro en la propia factura y con los actuales precios se amortiza en menos de tres años. Sin embargo, tan importante es producir la propia energía como lo que se hace luego con ella. No todo se limita a ponerse paneles solares en el tejado. Hay mucho más… Es también utilizar un coche eléctrico. Pasa un poco lo mismo. Más caro a la hora de adquirirlo que los equivalentes de combustión, pero luego apenas hay gastos. Ni de mantenimiento ni tampoco de combustible. De 100 o 150 euros al mes en diésel o gasolina a menos de 20 o prácticamente gratis si se carga en una instalación de autoconsumo. Cambio de mentalidad necesario a todos los niveles.
Ahora mismo circulando por calles y carreteras de España hay unos 150.000 vehículos eléctricos. Tan solo 5,5% de todo el parque automovilístico. La electromovilidad no termina de arrancar…
Además, en toda Europa. En apenas unos años ya no se podrán vender más coches de este tipo y eso supondrá un incremento de los eléctricos de más de 1.000.000 al año. Ese es el ritmo actual de ventas de los de combustión y en España hay un gran déficit en lo que se refiere a la red de carga. Ahora mismo para tener uno es necesario hacerlo en casa. Hay menos electrolineras o lugares públicos para hacer lo que en el resto de Europa. Es necesario un cambio en la legislación que facilite su instalación y eso dificulta su desarrollo. Mientras en Alemania cerca del 20% de los vehículos se mueven con electricidad. Todavía más en Reino Unido con cerca del 30%. Incluso en Portugal (11%) hay más que en España (5%). Muy por debajo de la media del continente y eso también requiere de un cambio de mentalidad.