El precio de la luz no ha bajado, pero el límite al precio del gas ha conseguido otras cosas… Por eso, lo que aquí se considera un fallo, en el resto del mundo se ve como un acierto. Excepción ibérica: ¿fracaso o genialidad?
No ha salido como se esperaba. Al menos a primera vista. La excepción ibérica sí ha conseguido bajar el precio de la luz en el mercado mayorista. El problema viene luego, cuando hay que sumar la compensación. Lo planeado era que estuviera sobre los 30 euros/MWh y está siendo más de tres veces superior. Exactamente de 90. Todo junto hace que lo que paga al final el consumidor sea ligeramente superior a lo que se hacía días antes de la implantación del límite al gas. Algo más caro que la semana pasada, pero más barato que en el resto de Europa. Buenas noticias en el segundo objetivo y peores en el primero. Muchas son las cosas que podían salir mal y todas han coincido en el tiempo. Se usa más gas que antes para producir electricidad: aumento de la demanda por la ola de calor, menor producción renovable…
Pero, sobre todo, otra que además confirma que la medida funciona. A los franceses si les está abaratando la factura de la luz. Curioso, ¿verdad? La explicación es sencilla, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Julia en la Onda de Onda Cero. Los franceses solo ven el primer precio de la subasta. Ese que, sí ha bajado. Por eso la red eléctrica está enviando toda la que se puede hacia Francia. Antes, a unas horas se compraba y a otras se vendía. Ahora solo funciona en una única dirección. La cuestión es que todo ese extra de energía que se utiliza se produce quemando más gas. Encarece el precio y, sobre todo, hace que la compensación sea mayor de lo previsto.
Mayor independencia. Mientras España cuenta con la mayor concentración de regasificadoras de Europa, otros como Francia tienen la mitad o incluso ninguna como en el caso de Alemania.
Sin duda, un imprevisto que no se había tenido en cuenta para nada. Excepción Ibérica: ¿fracaso o genialidad? En Francia lo tienen claro y en España hay que reconocer que no ha comenzado con buen pie. Sin embargo, hay opiniones para todos los gustos y algunas están literalmente en las antípodas. Pues en Australia, que no son sospechosos de ser parte interesada, lo ven como una de las mejores ideas que se han tenido en Europa en mucho tiempo. Solución de lo más creativa para aprovechar el potencial del gas en España. Tanto en reservas como en entrada de barcos a través de las 7 plantas regasificadoras que hay en la península ibérica. El país con más instalaciones de este tipo de todo el continente.
Más del 30% de todas las que hay en Europa, que no es decir poco. Iniciativa muy pensada, aseguran. Quemarlo en España donde hay bastante y mandarlo a Francia en forma de electricidad. Todo porque las interconexiones con Europa son mejores en lo que se refieren a energía eléctrica que al gas. Más y con mayor capacidad. Más fácil y económico. Exportación a tope sencillamente porque es más barata. Sencillamente, por eso. No hay que darle más vueltas. Lo que no se puede mandar por un gaseoducto se hace por los tendidos de alta tensión. Creatividad energética. Así lo ven los australianos. Y es que desde el punto de vista internacional se le está dando muchas vueltas al nuevo sistema de fijación de precios y especialmente al problema del gas. Lo que aquí se ve como un fracaso, fuera se ve como una genialidad.