Todos los coches eléctricos vienen con un cable para cargarlos conectándolos a cualquier enchufe. Tienes así la posibilidad de cargarlos en caso de emergencia en casi cualquier lugar.
Para hacerlo desde casa se recomienda disponer de unas protecciones adecuadas que aíslen tus electrodomésticos del coche en caso de incidencia, bien se produzca esta en el coche o en aquéllos.
Estas protecciones van integradas en un pequeño cuadro eléctrico (con su llave, por si o instalas en una zona común) cuyo coste de instalación depende de la longitud del cable hasta tu contador o tu cuadro principal, rondando típicamente los 1.000 EUR.
Normalmente no necesitas más.
Salvo que tu garaje esté en otro edificio no te recomendamos hacer una acometida independiente a la red eléctrica, puesto que pasarías a pagar mucho más por el término fijo de la factura de la luz.
Tampoco suele necesario instalar un punto de carga más rápida que, además de requerir la compra de un cable adicional (que suele costar más de 200 €), encarece la instalación. Normalmente la carga lenta en enchufe convencional será más que suficiente para cubrir tus desplazamientos diarios.