Marzo tiene marcadas en rojo dos fechas clave en el calendario. Citas que se han hecho esperar, pero que no podían retrasar más para tratar de reducir el precio de la energía.
La cuenta atrás ha comenzado. Los altos precios de la energía deberían tener las horas contadas. A punto están de llegar soluciones urgentes e inmediatas. La situación de los mercados no es para menos. Es tan extraordinaria que no puede esperar ni un día más. Electricidad, gas y petróleo, pero ya no es solo cosa de las materias primas energéticas. Afecta ya a casi todos los sectores: pesca, agricultura, transportes, … y, por supuesto, también a industrias y familias. Empieza a ser insostenible. Por eso, ya hay marcadas en rojo dos fechas en el calendario para tratar de ponerle fin y reducir el impacto de la energía en el bolsillo de los consumidores. La cosa se ha ido de las manos, pero por suerte hay alternativas y citas en la agenda para minimizarlo.
24 y 25 de marzo de 2021: Consejo de Europa.
El jueves y el viernes de la próxima semana que viene se reunirán todos los líderes europeos en el Consejo de Europa para tomar decisiones en conjunto. Aún no se sabe cuáles, pero lo que se busca es el consenso de los miembros de la Unión Europea. Básicamente hay dos grandes líneas de actuación. La primera es la más clara y ya está en marcha en algunos países. Medidas fiscales como las que ya ha anunciado Francia, entre otros. Más reducciones de impuestos, aunque lo que se busca ahora es hacerlo de forma coordinada. No será complicado más allá de la cuantía de la bonificación porque todos parecen estar de acuerdo en este punto. Al contrario que con la segunda de las líneas. Desligar el gas del precio de la luz será un debate más largo y acalorado. Cada uno defiende sus intereses y, sin embargo, hay una cosa clara:
Aunque las facturas y el precio de la luz estén totalmente disparadas, el 70% de la producción eléctrica de España sigue sin tener nada que ver con esta materia prima. Tampoco tiene relación alguna con el petróleo o el conflicto entre Rusia y Ucrania. Por eso, no se entiende que el 30% restante empuje siempre al alza al resto de la generación. No tiene ninguna lógica y más en días como hoy con mucho viento. Importante aportación eólica que debería desplomar el precio de la luz y que, sin embargo, sigue a lo suyo. Valores 10 veces más altos de lo habitual. Pues bien, acabar con esta injusticia, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La hora de La1 es el principal desafío del Consejo de Europa. Todo el continente pendiente de si se expulsa o limita finalmente el efecto del gas en el mercado de la electricidad.
29 de marzo de 2022: Consejo de ministros.
La segunda de las fechas clave. Es decir, en menos de dos semanas tendrá lugar el Consejo de ministros en el que se van a tomar decisiones determinantes para tratar de bajar los precios de la energía. Casi la última oportunidad para hacerlo o al menos mantenerlos porque la mayor parte de la primera batería de medidas adoptadas allá por el mes de septiembre y octubre del pasado año vencen el próximo 31 de marzo. Por tanto, para darles continuidad, las nuevas deben entrar en vigor el 1 de abril y no quedan muchos más huecos libres en el calendario. Aspectos como la ampliación de la rebaja del IVA de la luz al 10% o el bono social perderían su vigencia y deben ser renovados y ampliados. También se esperan otras soluciones para reducir el impacto del gas y de los combustibles en el bolsillo de los consumidores.
Medidas extraordinarias para hacer frente a una situación excepcional. Además, se tomarán sí o sí. Con el apoyo de Bruselas o incluso sin tenerlo. Es decir, si se logra el acuerdo en el Consejo de Europa será de forma armonizada y en caso contrario se hará todo lo que sea necesario, tal y como ha adelantado el Gobierno. El problema ya no está en que se intervengan los mercados de la energía. La Comisión Europea ya no se niega mientras sea durante el menor tiempo posible. Por eso, ha autorizado la aplicación de soluciones hasta el 30 de junio. En principio, parece un plazo insuficiente y, por eso, ya se empieza a hablar que podrían estar vigentes hasta fin de año.
Temporales cuando en realidad el problema es permanente. El debate ahora es otro. Si algo ha puesto de manifiesto la guerra entre Rusia y Ucrania es que el sistema eléctrico no funciona. En realidad, nunca lo ha hecho. Definitivamente se le han roto las costuras y esta es la oportunidad para transformarlo. Ya estaban algo flojas cuando el precio de la luz estaba en 50 euros/MWh y tecnologías baratas ganaban dinero a 20… pues ahora, en niveles de 500 euros han saltado por los aires. Multiplican sus beneficios por 10 o 15 y eso no puede ser. Por eso, no se trata de aplicar medidas transitorias sino de reformarlo por completo para que no se repita en el futuro.