El lío de los impuestos de los combustibles es tan grande como el de la electricidad. Varios, unos sobre otros y no hay quien los entienda, pero deben ser tenidos en cuenta para darle el impulso definitivo al coche eléctrico.
Todo está relacionado. Mucho se habla de los impuestos de la electricidad cada vez que sube el precio y muy poco del de los carburantes. Cambio climático, medioambiente, ahorro, eficiencia y esta puede ser una razón más para pasarse al coche eléctrico. Impulso necesario y a la vista de todos. Nueva señalización de las gasolineras que relaciona precio por cada 100 kilómetros, pero ¿cuánto son impuestos? Aparecen todos los detalles bien claros menos ese. Con gasolina se necesitan 7,17 euros de combustible. Más caro y hay que saber que bastante más de la mitad son, precisamente impuestos. La materia prima cuesta menos del 50% y eso que para calcularlo solo se han tenido en cuenta el 21% de IVA y el Especial de Hidrocarburos. Eso sí, no todos tienen la misma carga fiscal, aunque la tendencia es que pague más quien más contamine.
El diésel sale por algo más de 5 euros por cada 100 kilómetros. Más barato y por eso se han vendido mejor durante bastante tiempo. Las cosas han cambiado y ya no hay tanta diferencia en el precio al menos en origen. Lo que pasa es que su motor es más eficiente. Consume algo menos y eso se nota cuando se recorren largas distancias. Para recorrer esa distancia gasta poco más de 5 litros frente a los 7 de los de gasolina. Casi una tercera parte, pero en realidad el coste por litro es muy, pero que muy parecido. Sin embargo, lo que sí que tiene es menos impuestos. Eso se va a acabar pronto. Ya ha avisado el Gobierno que próximamente revisará el Impuesto Especial de Hidrocarburos y subirá algunos céntimos. Casi se van a equiparar. Eso sí, seguirá manteniendo como única ventaja el menor consumo.
Gasolina, 7.17 euros por cada 100 km; GLP, 5.54; diésel 5.58; … y electricidad con carga doméstica, 2.24 o menos, pero ¿cuánto son impuestos en cada uno de los combustibles?
Más curioso es lo del GLP. Sí, la bombona que llevaban hace tiempo los taxistas en el maletero. Producirlo es aún más caro que el diésel o incluso que la gasolina. Si no se tuvieran en cuenta los impuestos sería el combustible más caro de todos. No compite en igualdad de condiciones y se desconoce el motivo. Tiene importantes beneficios fiscales que lo hacen un poco más barato que los más habituales en las estaciones de servicio. No mucho más, pero lo suficiente. 5.54 euros por cada 100 km. lo hace atractivo y eso tiene sus riesgos. Sobre todo, porque esa menor presión fiscal no va a durar siempre. Contamina y en el camino hacia la Transición Energética esos privilegios se les acabarán terminando tarde o temprano. El precio se disparará en cuanto los impuestos se equiparen a los de otros carburantes de automoción.
Lo mismo sucede con GNC, pero con coste en origen muy inferior. Tal es el ahorro que ya son muchos los que están pensado en pasarse a esta tecnología. La transformación de un vehículo convencional cuesta alrededor de 5.000 euros y recorrer 100 kilómetros algo menos de 3 euros. También tiene muy pocos impuestos, pero la recomendación de Jorge Morales de Labra en Madrid Directo de Telemadrid es no hacer el cambio. La razón es muy sencilla. Emite CO2. Más dióxido de carbono incluso que el diésel y la gasolina. Además, el efecto invernadero de sus emisiones es mayor y los coches más contaminantes tienen los días contados. Solo hasta 2040. Después no se podrán comprar o vender. Por este motivo deberían tener más impuestos y la tendencia es que cada vez sean mayores para impulsar las tecnologías más sostenibles.
Y ahí es cuando por fin llega el coche eléctrico. 0 emisiones y 2,21 euros de electricidad cada 100 km. de autonomía. El precio más bajo de todos y puede ser aún menor a partir del próximo 1 de abril. Menos de un euro para recorrer esa distancia aprovechando las horas más económicas de la nueva tarifa de la luz. Pues, la electricidad también tiene sus impuestos y no es de los más bajos precisamente. Eso sí, el peso en el precio total es menor que en el resto de combustibles. Además, la tendencia es que siga siendo así al menos a corto plazo. A largo plazo la cosa cambia. La movilidad sostenible es el futuro y va a solucionar muchos problemas medioambientales, pero va a generar otro de carácter económico. Solo por los impuestos de diésel y gasolina se recaudan anualmente más de 10.000 millones de euros.
Si con la electricidad los impuestos suponen casi un tercio de la factura total con los carburantes puede ser aún peor. Incluso más de la mitad del precio dependiendo del tipo de combustible.
Demasiado dinero para que desaparezca así de golpe de los Presupuestos Generales del Estado. Ya se sabe… No es ningún secreto. A medida en que los coches eléctricos vayan sustituyendo a los de combustión la recaudación irá bajando hasta desaparecer en el año 2050. Pues habrá que sacarlos de otra parte para que el Estado de Bienestar siga funcionando y solo hay dos soluciones para evitarlo. Aumentar los ya existentes como el de la electricidad o crear otros nuevos. Ya se verá … Aun así, el coste de la energía es mucho menor y puede serlo aún más dependiendo de la hora a la que se realicen las recargas en casa. Próxima Energía lo pone todavía más fácil. Lo que está claro es que si el futuro es el coche eléctrico y se le quiere dar el impulso definitivo no se debe encarecer aún más subiendo los impuestos.