Las mayores subvenciones para autoconsumo fotovoltaico de la historia y no solo por el volumen. También por la cuantía. Hasta el 40% de la inversión total para aumentar la rentabilidad de las instalaciones.
Cada casa es un mundo, pero no por los muebles o la distribución. De homogeneizarlas ya se han encargado las grandes cadenas de decoración. Lo que es diferente es el uso que se hace de ellas y, sobre todo, las personas que les dan vida. Por eso, cuando se habla de paneles solares no hay reglas generales. Ni son cocinas modulares donde todo encaja ni tampoco vale decir eso de… para un piso de 90m2 o un chalet de tres plantas. Hay casas pequeñas en las que solo se consume energía por las mañanas porque pasan el día fuera. Existen otras más grandes que son primeras residencias en las que los fines de semana y el verano no hay nadie. No es lo mismo que estén orientadas al Este o al Oeste. A los que solo estén por la tarde en casa les interesan la segundas.
Solo un estudio detallado y personalizado del consumo hora a hora puede determinar el tamaño de una instalación fotovoltaica para optimizar su rentabilidad y acortar la amortización.
Por eso cuando se habla de inversión y autoconsumo la clave está en la personalización. De poco sirven las medias y otras estadísticas. Dicho esto, lo que sí se pueden ofrecer son algunos valores habituales. Una instalación de solo cuatro paneles viene a costar alrededor de 5.000 euros. No es barato, pero es que la de 20 no llegaría a los 12.000. No se multiplica por cuatro la inversión ni mucho menos. Hay importantes costes fijos que se van a ir diluyendo a medida que aumenta el tamaño de la instalación. Lo más habitual es chalets es del orden de 12 unidades. Importante esto, porque no se trata de llevar el tejado a lo loco. Lo mejor es encontrar el equilibrio entre producción y consumo y solo es posible mediante un perfecto dimensionamiento hora a hora.
Ese suele ser el óptimo de rentabilidad, pero ahora hay subvenciones. ¡Las más altas que se han dado hasta la fecha! Nunca antes se habían destinado tantos fondos ni la cuantía de la ayuda había sido tan elevada. Vienen del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la UE y oscilan entre el 30% y el 40% del total de la instalación. El impulso definitivo al autoconsumo y también el freno a las continuas subidas del precio de la luz. Además, tampoco debería ser un problema la inversión inicial. Se puede financiar con los propios ahorros en el recibo que son más que significativos. Casi se paga sola, a plazos y sin añadir una carga económica extra. Mismo importe del recibo por el consumo eléctrico, pero además se está comprando la instalación.
Eso sí, el quiz de la cuestión es cuantificar el ahorro. Ahí está la importancia de la personalización de la instalación. También de las subvenciones y las hay de dos tipos. En primer lugar, están los mencionados fondos europeos que se canalizarán a través de las Comunidades Autónomas. No han sido publicadas aún de forma oficial, pero ya están en vigor. Es decir, si se realiza hoy mismo una instalación ya se puede acoger a la ayuda. Pues a todo esto hay que sumarle la bonificación en el IBI que ofrecen muchos ayuntamientos y para esas no hay que esperar. Efectivas de forma automática al año siguiente y pueden llegar a rebajar el impuesto hasta la mitad. Ahorro muy importante para la rentabilidad y acortar los plazos de amortización.
Dimensionar la instalación y mantenerla, ajustar la inversión y recuperarla, y sacarles el máximo partido a los excedentes son los 5 principales pasos hacia la rentabilidad fotovoltaica.
Y es que la inversión se puede recuperar mucho antes de lo que se piensa. Hay que reconocerlo… Tampoco es un pelotazo de esos que se amorticen en un par de años. Para las empresas sí, pero en el ámbito doméstico es más difícil de conseguir. Lo normal suelen ser 6 o 7 años y, en realidad, no es tanto tiempo. Solo para hacerse una idea, la garantía de rendimiento de los paneles es de 30 años. Por tanto, es una sólida inversión a largo plazo. Además, aún quedarán más de dos décadas para sacarles el máximo partido. Es decir, que a lo largo de su vida útil se va a generar hasta 4 veces más ahorro que la inversión realizada en su momento o incluso más a los actuales precios de la electricidad. Por cierto, no se prevé que bajen en cierto tiempo y esta es la solución.