Petróleo, carbón, gas y, sobre todo, electricidad. El incremento de precio de la energía está generando la tormenta perfecta que pone en jaque a la recuperación económica mundial tras la pandemia.
Otra vez ha vuelto a pasar. El precio de la luz se ha vuelto a disparar hoy hasta un nuevo máximo histórico y ya no es algo excepcional. Volverá a pasar en unos días y el problema es que empieza a no ser novedad. Las cifras empiezan a asustar y aún falta un mes para Halloween. Esta noche entre las 9 y las 10 será el más caro de toda la historia. ¡208 euros por MWh! y ahí más que truco o trato lo que hay es un claro jaque a la recuperación económica mundial. No solo es cosa de la electricidad. También del petróleo, carbón y, sobre todo del gas. La tormenta energética casi perfecta que amenaza a la economía mundial tras varios años de pandemia. No tanto como para que sea mate, pero si para limitarla en cierto modo. No puede pillar a nadie por sorpresa.
Igual que en el ajedrez. Solo hay que anticiparse a la siguiente jugada y para eso nada mejor que recordar la historia. La mayor crisis energética de todos los tiempos después de la famosa del 73 con el Petróleo… Pues, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Julia en la Onda de Onda Cero, no se espera llegar a esos límites, pero ya se está hablando de situación extrema. Es decir, tal es la situación que ya se están produciendo cortes de suministro en países como China. La fábrica del mundo está cerrando el grifo de la energía a algunas de las principales empresas y también a parte de la población. El tema es grave porque también se nota en otros lugares más próximos como Reino Unido o Alemania. Y eso que aún no ha llegado el momento de mayor consumo. Invierno complicado desde el punto de vista energético.
Solo para hacerse una idea el coste de la energía en cualquier prenda textil puede llegar a suponer más del 18% del precio final del producto. Casi más que el tejido o la mano de obra.
Fenómeno global que afecta a todos los países del mundo. Mientras en España se ha conocido el dato de la inflación adelantada. Ha llegado al 4%. El incremento más alto desde el año 2008 y es, en gran medida, consecuencia directa de la subida del precio de la luz. También hay otros factores, pero más de la mitad se corresponde con la energía. Está arrastrando a la cesta de la compra al completo. A todos los alimentos en mayor o menor medida. Desde la fruta que hay que traerla del campo hasta los productos más elaborados. De todos, el que más lo ha notado es el aluminio en cuyo precio el impacto del coste de la electricidad y el gas es muy grande. Todos los bienes que se pueden comprar tienen un componente energético importante en el proceso de fabricación, el transporte o en ambas que es lo más habitual.
Escalada del IPC sin precedentes. Mucho se habla de las subidas de la luz en el ámbito doméstico, pero muy poco en la industria y son incluso más relevantes. Los incrementos para las familias y en las casas se pueden considerar como controladas. Eso, a pesar de ser muy altas. Pueden llegar hasta el 50%. Hay casos mucho peores. Sin ir más lejos el del aluminio. Pagan 4 veces más por la energía consumida y supone más del 20% del total de sus costes de producción. Algo más cercano que los metales es la industria textil. No llega a ese porcentaje, pero casi, casi. Más del 18% del precio total de cualquier prensa, no es lana o algodón. Es la luz con la que se ponen a funcionar las máquinas de coser. Se ha multiplicado por 4 y es relevante. Por tanto, jaque a la economía, pero aún queda partida.
