¿Qué parte hay de casualidad y cuánta de causalidad en la decisión de dejar exentas del recorte de beneficios de las eléctricas a los contratos a precio fijo por debajo de 60 euros por MWh?
Oportunismo no es estar en el sitio y momento adecuados. Es algo más complejo que todo eso. Tiene otras consideraciones. Además, lo de los contratos y las tarifas a precio fijo siempre han tenido algo de raro. Cuando el precio de la luz estaba en los valores medios de la última década en torno a 45 euros por MWh y mucho más ahora que está por encima de 200. Nunca antes se habían visto en televisión o escuchado en radio tantos anuncios con ofertas tentadoras para la electricidad. Todas a largo plazo y a precios ahora mismo irresistibles. Sin embargo, de casual no tienen nada. No es que ahora las eléctricas vayan a empezar a vender con pérdidas por propia voluntad. Tampoco es que hayan cambiado su filosofía empresarial ni estén renunciando a sus beneficios. Sin duda, tiene que haber algo más:
Oportunismo es la actitud de la persona u organización que, generalmente en sociedad, se acomoda a las circunstancias para obtener provecho, subordinando, incluso, sus propios principios.
Por tanto, de casual no hay nada. Por eso, el anuncio de que se librará del recorte de beneficios a las compañías eléctricas que vendan su energía por este método si cobran menos de 60 euros por MWh no ha pillado por sorpresa a nadie. De hecho, es lo que llevan buscando las eléctricas desde hace más de un mes, pero ahora la pregunta es otra: ¿Cómo es posible que oferten y vendan la energía a ese precio cuando en el mercado cuesta hasta cuatro veces más…? Normal que digan que no les salen las cuentas, pero la respuesta es muy sencilla. En España más del 70% de la producción eléctrica tiene costes fijos que nada tiene que ver con la subida del gas. Totalmente independiente de sus fluctuaciones que se han quintuplicado respecto al año pasado.
El mercado del gas se ha vuelto completamente loco y ha afectado también a la electricidad. Hay una serie de centrales que lo queman para producir la luz, pero son minoritarias. Menos del 30% del total. Solo esta pequeña parte de la generación ha visto incrementados sus costes de producción, pero todas las restantes les sigue costando esencialmente lo mismo. No más, pero tampoco menos. Nucleares, hidroeléctricas, eólicas, solares, … por eso las grandes eléctricas pueden seguir vendiendo a 60, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Todo es Mentira de Cuatro TV.
Así, si la media del mercado durante los últimos diez años era de 45 euros y ya ganaban bastante dinero, ahora muchos más. Mayor precio e igual coste, multiplica aún más sus milmillonarios beneficios. Por eso, se propuso mediante Real Decreto recortárselos en 2.600 millones de euros para rebajar directamente los recibos. Mucho dinero y aquí es donde empiezan los problemas y las amenazas. Primero con el cierre de nucleares y luego con romper todos los contratos a precio fijo de sus clientes. Aquí la única casualidad es que precisamente están en torno a 60 euros por MWh. De este modo, si les costaba producir 30 euros y vendían a 45, tenían un beneficio del 50%. Pues ahora incluso han mejorado la situación porque este cambio les dará un margen aún mayor, del 100%. Las casualidades no existen y sí las causalidades que no son lo mismo.