Con esponja o a mano, escuchando música o cantando, por la mañana o por la noche, agua fría o hasta que se empañe el espejo… Formas de lavarse hay tantas como personas, pero ¿cómo es la ducha energéticamente perfecta?
Hay muchos más factores que deben ser tenidos en cuenta. Desde el tiempo que se deja correr el agua antes de entrar hasta la frecuencia. Lo normal, y la media, es que sea diaria y dure unos 8 minutos. Sin embargo, está subiendo tanto el precio de la energía que hay quien está tomando decisiones drásticas. Hasta el punto de que si se cierra el grifo del gas de Rusia en Europa sucede lo mismo con el de las duchas. Se trata de restringir. Bruselas ha propuesto una reducción del consumo del 5% en las horas punta y ya hay reacciones. Para empezar con el ahorro energético Alemania recomienda hacerlo con agua fría. Demasiado drástico. Mientras en Holanda quieren limitar la duración a 5 minutos y la propuesta más romántica llega desde Austria: hacerlo en pareja. Eso sí, cada uno con la suya.
De media en España la ducha suele ser diaria, generalmente por las mañanas y con una media de duración de entre 6 y 10 minutos. Sin embargo, hay otros factores como la temperatura que son determinantes.
Las posibilidades son enormes. Con esponja o sin esponja, primero la cabeza y después todo el cuerpo, ¿se cierra el grifo mientras se enjabona? Da igual la fórmula porque la polémica al final siempre viene con el tiempo y la duración. ¿Cómo es la ducha energéticamente perfecta? Difícil ahorrar con un acto tan cotidiano, pero una de las claves está precisamente en la duración. Hay que acortarlo. A los que les gusta hacerlo con música nunca debería prolongarse más de una canción o como máximo dos. También son tiempos de sequía y cada 10 minutos en la ducha son 200 litros de agua que se van por el desagüe. Luego ya viene la cuestión energética a la hora de calentarla. Cuanto más fría esté el agua menos energía se utiliza, pero hay un problema añadido. ¡Los tramos horarios!
De una forma o de otra siempre están presentes. Los pusieron para ahorrar en las horas de menor demanda, pero con los actuales precios de la electricidad ya casi que dan igual. Ya no funciona así. La hora más barata para ducharse para quien tenga un termo eléctrico es la misma que para poner la lavadora, el lavavajillas o cualquier otro electrodoméstico. Entonces, ahora, lo suyo sería hacerlo a las 14.00 de la tarde para que se cargue inmediatamente después, pero eso para la mayoría de las personas es imposible. Casi nadie puede salir del trabajo a las 13.30 para hacerlo. Además, hay que tener en cuenta que es casi un ritual. Lo normal es hacerlo por la mañana nada más levantarse, pero también están los que no pueden irse a la cama sin haberlo hecho antes. Complicado.
Rebajar la temperatura de salida del agua de la caldera a 50ºC o programar los termos eléctricos para que solo entren en funcionamiento en determinadas horas del día puede ser de ayuda para ahorrar energía.
Eso sí, siempre hay algunas cosas que se pueden hacer y la esencial es controlar la temperatura. No solo a la que sale el agua por la ducha sino también del termo o la caldera. Importante porque en la mayoría de los casos se tiene ajustada a 60ºC tal y como viene de fábrica o como la ajustó el instalador. Es decir, está a esa temperatura y luego se mezcla con agua fría hasta alcanzar la temperatura deseada. Algunos la usarán en mayor proporción y otros en menor. Es algo que depende de las necesidades y gustos personales. Así, lo que se puede hacer es bajarlo a 50ºC. Tan sencillo como eso. Ahorro mayor de lo que se imagina. Nadie la utiliza al 100% a esa temperatura. Por eso, no es necesario. Además, es un truco que funciona tanto con los calentadores de gas como con los eléctricos.
Curioso, porque quizá la acción de ducharse sea uno de los más flexibles. No existe una pauta general y es adaptable. Según las circunstancias unos días puede durar más y otros un poco menos. Pues, exactamente pasa lo mismo con la temperatura. Va variando según la época del año. Hasta el 30% del consumo de agua de una familia es para aseo personal. Casi la tercera parte. Lo malo es que con los cambios de tarifa y de las horas más económicas no es fácil crear una constante. Hoy puede costar 5 céntimo y mañana 10, por lo que es difícil convertirlo en rutina. Eso sí, también hay soluciones. La ventaja de los termos eléctricos es que son programables. Pueden estar calentando agua constantemente, en cualquier momento del día, o se puede restringir para que lo haga solo en las horas más baratas. Sencillo y efectivo.