Precisamente hora a hora va cambiando el precio de la luz y, por eso ha llegado el momento de pasarse a una tarifa variable. 1 de cada 10 horas en lo que va de 2024 la electricidad ha costado menos de un euro y es la mejor forma de aprovecharlo y ahorrar en el recibo.
Aunque hay quienes no lo notan en la factura… Se está asistiendo a un fenómeno de lo más curioso y, sobre todo, inesperado. Tanto como asistir en directo al paso de una estrella fugaz o la caída de un meteorito o casi a la de un rayo también, que suelen ser algo más frecuentes. Y es que en el mercado mayorista se están tirando los precios. Sorprendente, porque no hace tanto tiempo, no paraban de crecer y se mantenían precisamente en niveles cósmicos, pero no tanto. El precio más bajo de toda la década con varias horas diarias a 0 euros. De hecho, 1 de cada 10 horas de lo que llevamos en 2024 no se ha pagado por la electricidad. La razón por la que esto se produce es que las renovables, por fin, están tomando el control de la situación.
Eso sí, es algo que solo se puede aprovechar si se tiene una tarifa variable. Mientras los que la tengan a precio fijo no se podrán beneficiar del descenso de precios y seguirán pagando lo mismo o incluso más, por ejemplo, con la subida del IVA.
En definitiva, precios que pocas veces se han visto en España a lo largo de la historia y lo mejor de todo es que seguirán presentes durante al menos los próximos meses. Algo que directamente se puede traducir en que es un buen momento para las tarifas variables como la Cristalina de Próxima Energía. Es decir, las que dependen básicamente de los precios y que durante el mes de febrero han dado lugar a una factura media de unos 50 euros menos. Los que no hayan notado esta bajada es porque tienen una tarifa fija. Siempre el mismo precio, a lo largo de las 24 horas del día y todas las jornadas del año. A estos últimos les ha llegado el momento de cambiar. Además, de hacerlo lo antes posible. Cada minuto que pasa están perdiendo la oportunidad de ahorrar en su recibo de la luz…
El PVPC o regulada, al igual que el resto de las tarifas variables, ha sido la más barata con diferencia durante 14 de los últimos 15 años. Más que la mejor oferta a precio fijo, pero ya ha dejado de compensar al incorporar un componente más estable.
Aunque para hacerlo, primero que hay que saber la que se tiene contratada. No es tarea sencilla. En primer lugar, porque los nombres que les ponen y las ofertas que hacen las comercializadoras inducen al engaño. También porque las tarifas variables no son tan fáciles de encontrar. Las grandes empresas del sector las esconden un poco más porque son las más baratas y no tan rentables para ellos. Sea como sea, la solución para encontrar la que mejor se adapta a las necesidades de cada uno se encuentra en la propia factura. En el código QR que redirige al comparador de la CNMC, pero ahí tampoco aparecerán las tarifas variables. En Próxima Energía la tenemos bien a la vista. Se llama Cristalina y se puede encontrar aquí. Además, contratarla se puede hacer en muy pocos minutos. La mejor forma de aprovechar los bajos precios de la luz.
Sin embargo, electricidad tan barata trae nubes negras para las renovables porque si los inversores dejan de ver clara la rentabilidad se podría correr el riesgo de que su instalación se frenara en seco en el medio plazo.
