El más caro de los últimos tiempos no lo es por traerlo de Ceilán, las montañas Wuyi o Nepal sino por calentar el agua a las 5 de la tarde. Esta es la relación entre la hora del té y el precio de la luz y del gas.
No hay nada más British que la hora del té. Una de las tradiciones más importante de la sociedad británica y no solo por las pastitas que lo suelen acompañar. Por cierto, aunque la hora para hacerlo no sea la mejor para conciliar con la vida laboral. Hasta eso lo tienen pensado porque lo llaman el tea break. Como lo del café de media mañana, pero a las cinco de la tarde. En cualquier caso, algo debe tener, además de azúcar y leche, cuando solo en el Reino Unido se toman 60.000 millones de tazas al año. Muchas, porque, más o menos, tocan a unas 900 por cabeza. Efectivamente, casi el triple que días tiene el año. No es algo tan nuevo ni tampoco siempre se ha celebrado a la misma hora. De hecho, hasta el siglo XVIII de tomar infusiones nada y el mejor momento para tomarlo era…
¡A las 4! Sí, una hora antes. Sea como sea, ahora que empieza a hacer frío puede ser una solución para entrar en calor. Y a medida que bajan las temperaturas… comienza a aumentar y mucho la preocupación por el gas. Como se suele decir es directamente proporcional. Es más, hasta ahora las temperaturas han sido muy suaves en toda Europa, pero a medida que se empiezan a sacar de los armarios abrigos, mantas y edredones aparece la pregunta clave, ¿que va a pasar con esta materia prima durante el invierno? ¿Seguirá subiendo de precio? Algo que, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La hora de La1, no se sabe con certeza porque depende de un montón de factores y, sobre todo, de la meteorología. Exactamente igual que con el precio de la luz.
En el Norte de Europa ya hay una ola de frío importante y los meteorólogos ya empiezan a hablar de fenómenos como la ruptura del vórtice polar. Aún no se sabe si se va a allegar a producir o no, pero suele ser el responsable de fenómenos atmosféricos extraordinarios como Filomena. Aún está en el recuerdo, pero hay que tenerlo muy en cuenta porque normalmente viene acompañado de temperaturas más bajas de lo habitual y eso sería preocupante. Tanto que de mantenerse el actual ritmo de vaciado de los depósitos en el Norte de Europa se puede anticipar que no serían suficientes para llegar a la primavera. Por ejemplo, en Alemania. Tan solo hace unas semanas la situación era diferente y la marcaba la tranquilidad. Con las reservas llenas hasta arriba, pero en algunos países se pueden ver muy mermadas próximamente.
Además, eso condicionaría el precio al que el resto de los estados de la Unión Europea compra el gas en los mercados mayorista. Es el factor que más puede influir en su incremento. También se dejaría sentir en el de la luz. Ayer mismo, en Reino Unido, y precisamente, la hora del té, estuvo ya por encima de los 2.000 euros/MWh. Muchas teteras hirviendo agua al mismo tiempo para convertirlo probablemente en uno de los más caros que se han servido. Mientras aquí está en 160 euros/MWh y sigue siendo alto. Es decir, 10 veces superior al precio de España y eso que a su vez es 6 veces superior al que hasta hace poco se consideraba normal o habitual. Por tanto, ya hay quien se plantea si cambiar el horario de esta centenaria tradición a otro momento del día o empezar a tomarlo con hielo.