La locura del precio de la luz y del gas parece no tener límites y no solo por los récords. Más bien por las gigantescas oscilaciones que tienen en una única jornada o incluso en el mismo día. ¡De locos!
Imposible seguirle el ritmo al precio de la luz. No hay forma de contar los récords que ha batido y solo en el último mes. Ya no quedan dedos de las manos, ni tampoco de los… Y, además, de poco sirve. Siempre llega un nuevo día que deja en más barato al anterior. Sin ir más lejos hoy mismo. Sube de media diaria hasta los 288 euros por MWh. Algo inimaginable hace tan solo unos días. Durante los meses de agosto y septiembre la curva siempre ha sido ascendente. Cada día un poco más que el anterior y no ha dejado de incrementarse ni uno solo. Apenas ha dado un solo respiro. Además, por primera vez superará los 300 euros. Será a las 9 de la noche y queda prohibido por el precio cualquier despilfarro. A esa hora la electricidad llegará a los 318 euros.
Y eso es un 300% más que el año pasado. Demasiado. La situación preocupa, y mucho, al Gobierno, que ya ha trasladado sus inquietudes a Bruselas para tratar así de dar una respuesta conjunta al problema. Es decir, que sea la Comisión Europea la que negocie los precios en nombre de todos los países de la Unión Europea. Mientras que eso llega han tomado cartas en el asunto con algunas medidas concretas: actuar sobre los llamados beneficios caídos del cielo para luego descontarlos directamente de la factura final de los consumidores. También hay otras para proteger a los más vulnerables. Por tanto, hay que diferenciar y no confundir el precio de la energía que seguirá subiendo, como ha comentado Jorge Morales en El programa de Ana Rosa de Telecinco, con el importe de la factura de la luz que al final se mantendrá más o menos estable.
En el mercado del gas la simple variación de un euro en la cotización se considera una barbaridad. Pues en los últimos días las oscilaciones pueden ser hasta de 70. De 160 euros a 90 o viceversa en una única jornada.
Aún así, la locura de los precios de la luz ya tiene sus consecuencias. La primera en notarlas ha sido la industria. El incremento está ocasionando paradas de actividad en China, la gran fábrica del mundo y también en Europa. En Alemania y Reino Unido directamente algunas han echado el cierre y bajado la persiana porque directamente no pueden pagar los recibos de electricidad. También del gas que es el que está arrastrando al de la luz. Y es que la materia prima está en niveles que se podrían considerar ya de escasez. Eso, en el sector secundario, pero además hay muchas familias que no pueden afrontar el coste de la energía. Sin embargo, con el gas hay novedades, aunque se estén viviendo situaciones de auténtico pánico en los mercados.
Ayer mismo se llegó a comprar y a vender a más 160 euros. Con ese precio si se utiliza para producir electricidad hay que multiplicarlo por dos en el importe del MWh eléctrico lo que llevaría a los 320 euros. Una auténtica pasada. Sin embargo, ese mismo día Vladimir Putin anunció que no iba a haber problemas de abastecimiento en Europa y que Rusia siempre cumple lo prometido. Dicho y hecho. Desde entonces el precio del gas se ha hundido un 40%. Ahora el problema es la gran oscilación que está teniendo. La subida o bajada de un solo euro en su cotización en los mercados internacionales es algo extraño. Ahora en un solo día puede haber más de 60 euros de diferencia. De 115 a 160 para terminar en 90. Casi a cada minuto se incrementa o disminuye una barbaridad y eso aún genera mucha inestabilidad.