Reservas de gas completamente llenas, reducción de la demanda industrial, mayor oferta que demanda y una climatología favorable hacen posible que en los próximos días se tenga la luz más barata del año.
¡Por fin! Parece que las cosas empiezan a volver a la normalidad. Hoy se está pagando la luz al precio más bajo de todo el año. 80 euros/kWh y eso son buenas noticias. Además, parece que no es cosa de un solo día. Mañana será de 85. El motivo, de nuevo, se encuentra en el gas. En la Unión europea y, por supuesto, en España se llevan meses llenando las reservas de gas. Eran los deberes que había puesto Europa de cara al invierno y se han cumplido. Por eso, se nota ya en el precio. Hay más motivos también, pero lo que de verdad importa a los consumidores es si esta tendencia se va a mantener en el tiempo.
Y es que en un solo día se ha desplomado un 31%. Marca su mínimo anual y da un respiro a todos los usuarios que han visto como en apenas 365 días su factura se ha multiplicado casi por tres. Incremento que tanto pymes como pequeños negocios no contaban con él y apenas tienen más margen de beneficio. Tampoco para subir lo que cobran por sus servicios. Este descenso, además significa otras cosas. En primer lugar, que las reservas están llenas como nunca. Por encima del 80% en las plantas de regasificación y rozando el lleno total (93%) en los grandes almacenes subterráneos. Tanto es así que los barcos metaneros se están atascando en los puertos y no han podido ni descargar. Situación que, como ha contado Jorge Morales en La Sexta Noticias es el reflejo de que se han hecho bien los deberes con todos los depósitos completamente llenos.
La oferta de gas desborda la demanda eléctrica especialmente baja en la industria. En octubre fue más del 5% menor que en el mismo mes del año anterior. No son pocas las grandes factorías que han frenado el ritmo de producción ante el incremento de los precios de la luz. Cambios de horarios, adelanto de los periodos de las vacaciones… son algunas de las medidas que tuvieron que poner en marcha tiempo atrás. Una coyuntura que también provoca otro fenómeno curioso. El gas cuesta hoy en España 4 veces menos que en el resto de Europa. Sobre todo, debido a las grandes capacidades españolas de diversificación en la importación de esta materia prima. Por supuesto, también a la cantidad de reservas almacenadas y a las medidas que se han adoptado ante la crisis energética.
Favorecido por un otoño suave en lo climatológico o más bien un verano que no se acaba de despedir. Ojalá que esto pueda durar, pero no parece que se pueda dar por hecho. Eso sí, cuanto más se demore el frío y más tarde se encienda la calefacción, mayor estabilidad tendrán los precios en el corto y medio plazo.