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Las luces (sin sombras) de la eficiencia energética

Si se habla de eficiencia energética, lo mejor es empezar a hacerlo por algo tan básico como la iluminación y luces las hay de muchos tipos

Las luces (sin sombras) de la eficiencia energética

Sin duda, una de las mejores ideas de siempre ha sido la lámpara incandescente. Tanto es así que cuando alguien tiene una ocurrencia siempre se dice aquello de… ¡se le ha encendido la bombilla! Es más, hasta se suele representar con una. Se puede ver en todo tipo de ilustraciones. Gran avance para la Humanidad, pero las cosas cambian y la tecnología avanza. Hasta el punto de que ahora la mejor idea de todas es quitarlas. Más bien sustituirlas, porque en esto de la eficiencia energética no se trata de volver a la Era de las Cavernas y dejar atrás lo mejor de los avances de la Historia. Tan solo se trata de gastar menos energía para hacer lo mismo. Por eso, como ha señalado Jorge Morales de Labra en Al día de 13TV, lo mejor es empezar a hacerlo, precisamente, por algo tan básico como la iluminación.

Hasta 7 veces menos de electricidad necesitan las lámparas LED para dar la misma luz que una bombilla convencional

Bombillas incandescentes, focos halógenos, de bajo consumo, … Todas fuera y lo antes posible. Las primeras ya han sido prohibidas en la UE y las segundas tienen un gasto de energía desproporcionado. Las terceras, aunque no están mal, ya hay disponible una tecnología más barata que también las supera. Así que la mejor idea cuando se habla de eficiencia energética es cambiarlas por LED y, además, hacerlo cuanto antes. Para dar la misma luz gastan 7 veces menos electricidad que una convencional, de las de toda la vida. Demasiada diferencia como para dejarla escapar. Y más si se tiene en cuenta que hasta hace unos años en la iluminación se iba hasta el 25% de la factura. Ahora no llegaría ni al 5% de total. Ahorro más que significativo.

Con solo cambiar todas las bombillas de la casa por lámparas LED se reduce la factura de la luz en más de un 20% y se amortizan en menos de 6 meses

Las luces (sin sombras) de la eficiencia energética – Al Día de 13TV (5 de marzo de 2020)

El mejor momento para cambiarlas es ahora mismo y más si se nota que emiten calor. Como todo el mundo sabe la energía no se crea ni se destruye, ¿verdad? Simplemente se transforma. Pues eso es lo que pasa con las bombillas menos eficientes. Si gastan energía en calentar en vez de solamente iluminar es que no están haciendo muy bien su trabajo. Una bombilla tan solo debe dar luz y eso es lo que hacen las LED. Son mucho más eficientes. Aprovechan mucho mejor la energía. Así que no hay que esperar ni un minuto más. Ni mucho menos esperar a que se fundan. El tiempo una vez es dinero y las lámparas LED, por caras que puedan aún parecer, se amortizan en menos de 6 meses. A partir de ahí se empieza a ahorrar dinero.

Además, el llamado consumo fantasma de algunos electrodomésticos puede llegar a incrementar el recibo de la luz en más de 10 euros al mes sin que nadie se de cuenta

Primera medida, iluminación eficiente. Pero en esto de las luces también hay algunas sombras. Las de los pilotos, generalmente rojos, que indican que algunos electrodomésticos están en modo standby. Aunque no sirven para iluminar pueden consumir más que muchas de las bombillas de una casa juntas. Mucho más. Hasta 10 euros al mes si no se utilizan de forma correcta. Una auténtica barbaridad y más si se tiene en cuenta que muchas veces no sirven para mucho. Ordenadores, impresoras, altavoces, … y el más famoso de todos, ¡el de la televisión!, se están comiendo literalmente la factura de la luz. La solución es mucho más sencilla de lo que se pueda imaginar y, también, pasa por otra luz que suele estar muy a mano.

Las luces (sin sombras) de la eficiencia energética – Al Día de 13TV (5 de marzo de 2020)

Próximamente se revisarán las etiquetas de eficiencia energética de todos los electrodomésticos y la clasificación A será para los más eficientes

La del interruptor de la regleta a la que se deben conectar. También rojo, por cierto. Lo mismo sucede con el cargador del móvil. Consume con solo estar enchufado a la red. Aunque mucha gente no lo sepa no hace falta ni que esté conectado el dispositivo. Todo suma en la factura de la luz y la razón es muy sencilla. Todos los aparatos electrónicos necesitan corriente continua para funcionar y la que sale del enchufe es alterna. Hay que transformarla y eso es lo que hace el cargador. Suele estar caliente, ¿verdad? También es buena idea ponerlos todos juntos en una regleta. Así, en esto de la eficiencia energética seguirá habiendo siempre más luces que sombras. Ahorrar energía es siempre una buena idea representada, por supuesto, con una bombilla.

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