Con viento y sol siguen compensando las variables si se habla de electricidad. Menor precio que la mejor oferta fija y mucho más con el gas gracias a la TUR. Menos de la mitad por cada kWh las convierten en las mejores tarifas energéticas.
El tiempo está acompañando. En la playa hasta anteayer como quien dice. Lo del veroño a finales de octubre desde luego que no es una buena señal para el planeta ni para el cambio climático. Sin embargo, si hay que buscarle el lado positivo, tiene una cosa… Ha conseguido abaratar en parte la factura de la luz del último mes porque, entre otros factores, aún no se ha encendido la calefacción. No solo es cuestión del incremento de la demanda. También ha influido el viento. Durante los últimos temporales ha soplado con intensidad y lo que ha hecho es hundir el precio. Por eso, a la hora de elegir la tarifa más adecuada, hay que estar pendientes de la meteorología además de la evolución de las guerras, entre otros factores. En cualquier caso, hoy siguen siendo más baratas las variables porque precisamente con aire y sol no tienen rival.
Sin duda, lo que sí está más claro es con la tarifa del gas. La TUR sigue siendo la mejor opción del mercado. No tiene rival y muchas personas que realizaron el cambio el año pasado lo pudieron comprobar en sus recibos. No es solo la más barata, sino que además es fundamental. Si durante el último invierno ya fue imprescindible, en el próximo mucho más. El precio es de la mitad, al menos hasta enero cuando toque la próxima revisión. 50% más barata que la mejor alternativa que se pueda encontrar en el mercado libre. Más que cualquier rebaja o chollo que se buscan en cualquier centro comercial. Todo porque, como hay que recordar, la tarifa regulada del gas está subvencionada por el Gobierno. Cada año se destinan más de 3.000 millones de euros de los Presupuesto Generales del Estado para que se mantenga estable y no suba.
Porque eso es precisamente lo que ha pasado en los últimos meses. Ha ido incrementándose desde los 30 euros que costaba por MWh hasta los 50 que se pueden ver hoy en los mercados. Poco a poco y especialmente desde el inicio del conflicto en Oriente Próximo. Sin embargo, no se incrementa lo que pagan los consumidores. Siempre el mismo coste durante tres meses. Por eso la decisión está clarísima al menos para uso individual. En los casos de calderas colectivas parece que no hay solución. El problema es que el día 1 de enero, excepto si el nuevo Gobierno, toma medidas, se acabará la tarifa TUR para comunidades de vecinos, que se puso en marcha por primera vez el año pasado. Verán multiplicados sus recibos por 2. Nuevo problema para estos colectivos que se suma, por ejemplo, a los que ya tienen cuando quieren instalar paneles solares.