Hasta 10 veces menos puede consumir una bombilla de bajo consumo que una convencional y la diferencia es aún mayor si se sustituyen todas por LED. Esto es lo que consume cada tipo de lámpara…
Hacía mucho que no se oía por los pasillos eso de… ¡Apaga las luces! ¿Qué te has creído que trabajo en … (* póngase aquí el nombre de su compañía eléctrica de referencia)? Ya se vuelve a escuchar. Suena a otra época, pero con los actuales precios de la luz está teniendo su revival. Si necesitas ahorra en tu factura de la luz, visita nuestra tarifa variable de luz. Vuelve con fuerza y casi al ritmo que marca su evolución en el mercado mayorista. Por eso hay que estar más pendientes que nunca de lo que cuesta encender cualquier lámpara, pero también el secador de pelo o la lavadora. De este último se ha hablado mucho más… Que si era mejor ponerla los fines de semana o si es más barato hacerlo en frío. Sin embargo, los problemas vienen porque en la mayoría de los casos no se sabe lo que consume cada electrodoméstico. Normal, tampoco es sencillo averiguarlo.
Complicado, a no ser que se tenga en casa un monitor de consumo eléctrico, como ha contado Jorge Morales de Labra en Madrid Directo de Telemadrid. Muy sencillo de conectar y puede proporcionar información muy precisa y en tiempo real del gasto energético. Así, también permite detectar posibles fallos que se comenten en las casas y que al final acaban engordando el recibo de la luz. Con solo tener una bombilla encendida ya detecta el consumo y lo muestra en la pantalla. En total, 69W y ahora solo falta saber si eso es mucho o poco. Pues, en realidad, es bastante y eso solo puede significar una cosa: se trata de una bombilla incandescente. No es LED sino de las antiguas.
La conclusión es sencilla: siempre mejor con bombillas LED y mucho cuidado con los electrodomésticos de alto consumo. Hay que usarlos de forma racional y sin cometer abusos.
De las que, por cierto, ya está prohibida su venta en toda la Unión Europea, precisamente, por su escasa eficiencia y alto consumo. Ya se sabe, si son de las que acercas la mano y desprenden calor… ¡hay que cambiarlas ya mismo! Nada de esperar a que se fundan para reemplazarlas. Después vinieron las llamadas de bajo consumo y la verdad es que no estaba mal. Las anteriores a la llegada de la tecnología LED llegan a reducir el gasto a la décima parte. Tan solo 6W y siempre para dar la misma cantidad de luz. Ahorro asegurado y aún quedan por probar, precisamente, las LED. Menor todavía, porque no llegan a los 5W. 12 veces menos que las convencionales y es importante porque hasta hace unos años solo en iluminación se iba fácilmente hasta el 30% de la factura.
Máxima eficiencia. Eso con las luces porque si se utilizan otro tipo de electrodomésticos el problema puede ser aún mayor. Por ejemplo, con el secador. Uno de los que más potencia y consumo tienen, pero que por fortuna está poco tiempo encendido. A más de uno le sorprenderá que puede llegar a más de 1.200W. Es decir, el equivalente a tener más de 300 bombillas LED encendidas al mismo tiempo. Mucho más que cualquiera de los adornos que se pondrán en las calles esta Navidad. Así que no es mala idea ir pensado en dejarlo secar al aire siempre que sea posible. Lo mismo con la plancha. Tampoco se queda atrás… 1.800W, pero tiene su truco. El pico de consumo es solo durante el calentamiento y no en todo el tiempo de planchado.