Con los bolsillos tiritando se pueden quedar las comunidades de vecinos de no prorrogarse las medidas contra la crisis energética. El adiós a la tarifa TUR para colectivos y la vuelta de los impuestos a los valores habituales podría duplicar sus facturas. Luz y gas.
Una de cal y otra de arena. Luces y sobras. Sabor agridulce. A una buena noticia siempre le sigue una mala… Hay muchas formas de decirlo. En todo lo positivo suele haber algo negativo. La cruz es que el precio de la luz se ha triplicado, y lo seguirá haciendo, pero la cara de la moneda es que se venía de tener precios muy, pero que muy bajos. Eso sí, hasta las 6 de la tarde el kWh seguirá teniendo un coste de referencia en el mercado mayorista de 0 para todos los que tengan una tarifa variable. Sin embargo, eso no significa que vaya a ser gratis del todo porque la factura tiene otros muchos componentes fijos. De los que se pagan sí o sí como peajes y otros cargos. En cualquier caso, sigue siendo barata si se compara con hace un año.
Con la calefacción ahora que llega el frío pasa más de lo mismo. Por eso muchas son las personas que ya están poniendo en marcha los trucos de eficiencia energética que aprendieron el pasado invierno. Bajar el termostato un grado o dos y, así de paso, ahorrar un poco. No suele fallar como tampoco lo hace no tender sobre el radiador, purgarlos antes de encender la caldera o limpiar los filtros de la bomba de calor. Y, sin duda, el mejor de todos, el que más compensa en términos económicos es contratar la tarifa TUR. Sí, todos los que se han cambiado lo han notado en los recibos. Lo normal es que cualquier otra modalidad del mercado libre sea del doble o más. Tanto es así que hasta se autorizó su contratación a las comunidades de vecinos. La cuenta es sencilla, ahora podría superar los 300 euros mensuales. Agridulce.
La tarifa oficial de gas además tiene otra ventaja. El precio que paga el consumidor por cada kWh no se puede incrementar en más de un 5% cada tres meses. Tocaría una nueva actualización en enero de 2024.
Y es que no es solo cosa de la luz. Llega de nuevo el frío y lo hace también con el precio del gas al alza. La principal causa se encuentra en la inestabilidad provocada por el conflicto en Oriente Próximo. Así, su coste se ha disparado un 40% solo en las últimas semanas. Por este motivo se hace más importante que nunca saber cuál es la mejor manera de sacarle la máxima eficiencia a la calefacción. Calentarse durante el invierno supone un gasto anual de más de 700 euros y eso con los precios actuales. Al menos hasta final de año porque después se pueden incrementar y mucho. En estos momentos tanto las facturas de electricidad como de gas están de alguna manera… ¡protegidas! Intervenidas con importantes rebajas de impuestos o límites con precios oficiales como los de la tarifa TUR.
El IVA desde hace tiempo está reducido del 21% precisamente al 5% y el Especial de electricidad es casi inexistente. La parte mala es que todas estas medidas tienen fecha de caducidad y las más afectadas serían las comunidades de propietarios. De no prorrogarse pasarían a ser las más perjudicadas. Los recibos se duplicarían o, incluso podrían ir un poco más allá. Por eso, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Antena 3 Noticias, hay que tener en cuenta que en estos momentos el gas natural es un poquito más barato que la electricidad. Están casi a la par, pero si el 1 de enero se retiraran de golpe todas estas medidas se daría por completo la vuelta a la situación. Giro de 360º y de nuevo sería la electricidad la forma más barata de calentar las viviendas. Claves para no pasar un invierno que deje tiritando los bolsillos.