Tras la tempestad siempre viene la calma, pero nadie había dicho que con la energía también fuera al revés. De nuevo más de 230 euros/MWh y ahora más gas de Estados Unidos que, además, es algo más caro.
Todo está relacionado en el mundo de la energía… Crecen los problemas con el gas y produce nuevos sustos en el precio de la luz y también en las facturas. No falla nunca… Después de varias jornadas de tregua y calma se ha vuelto a disparar. A más de 230 euros/MWh y eso que hace unos días la luz había sido casi gratis durante un buen número de horas. Incremento del 45% respecto al día anterior. El momento más caro del día vuelve a ser el de siempre. Es decir, entre las 9 y las 10 de noche. Máxima volatilidad que, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Telenoticias de Telemadrid solo tiene una causa o explicación: las actuales reglas del mercado eléctrico con su sistema marginalista. Con mucho sol y aún más viento en los últimos días no ha hecho apenas falta usar gas para producir electricidad.
Y ya se sabe… Con que se necesite un poquito de gas hasta satisfacer por completo la demanda, toda la energía eléctrica del país se pagará al precio que marca la materia prima en los mercados internacionales. Por cierto, el más caro de todos. Y es que lo del gas no es para menos… Además, los problemas para Europa y también para España no paran de crecer. A la espera de la decisión de Bruselas sobre la importación de gas de Rusia y, sobre todo, del límite del precio del gas para la generación en el mercado eléctrico ibérico, ahora se suma una tensión más. La que se tiene con Argelia que han provocado que deje de ser el principal proveedor español. En marzo, esa posición la ha ocupado Estados Unidos.
Desde Norteamérica ya llega el 43% de todo el gas que se consume en España. Casi la mitad, pero lo hace en forma de gas licuado que es algo más caro. El transporte marítimo y el propio proceso de regasificación hace que cueste un 50% más que el que llega desde Argelia a través del gaseoducto. Aún hay otro inconveniente más… Italia se ha convertido en el nuevo socio preferente del país del Norte de África. Recibirá cada vez más gas y a mejor precio para tratar de reducir la dependencia del gas ruso que tiene en la actualidad. También para enviarlo a los países del centro de Europa en condiciones mucho más ventajosas que las que España pueda conseguir de Estados Unidos. Eso, a pesar de que España cuenta con la mayor concentración de regasificadoras de todo el continente.