La calefacción siempre que no se esté en casa y lo mismo con las luces al salir de una habitación. También con la televisión y las regletas con interruptor. Entonces, ¿mejor encendido o apagado?
Hay cosas que por mucho que se repitan nunca acaban de quedar del todo claras. Mitos y consejos del mundo de la energía en los que siempre está presente la duda de si son verdaderos o falsos. En todo momento se ponen entre interrogantes y uno de los mejores ejemplos está en la calefacción. ¿Mejor dejarla encendida durante todo el día o apagarla al salir de casa? ¿Qué es lo que hay que hacer? En este caso en concreto circula un bulo que recomienda la primera de las opciones porque el calentón inicial de la caldera es superior al del consumo en ese tiempo. No, no es cierto y está matemáticamente demostrado. Además, hay mucho dinero en juego.
Calefacción: ¿apagarla o dejarla todo el día encendida?
Sin duda, lo mejor es siempre apagar la calefacción cuando uno se va. Sin excepción, aunque sea bajar a comprar el pan 10 minutos. Otra cosa es que sea muy incómodo estar conectando y desconectando el termostato cada vez. Sin embargo, exclusivamente desde un punto de vista de eficiencia energética, y ahorro, no es muy rentable calentar los muebles. No tiene sentido. Tampoco bajarla. Es decir, lo recomendable es quitarla del todo. Eso sí, siempre que no haya temperaturas tan bajas que hagan que se congele la instalación. Entonces el problema sería todavía mayor que la factura. También hay que tener en cuenta que cada casa requiere de un tiempo de calentamiento. Lo que se llama inercia y es distinto en cada una. Por este motivo es muy importante controlarlo con el móvil para poder anticiparse.
Luces, mejor siempre apagadas, salvo…
Otra de las grandes dudas del ahorro energético. ¡Qué levante la mano a quién de niño no le hayan dicho alguna vez que apague la luz al salir del baño o de la habitación! Pues, sucede un poco como con la calefacción siempre compensa más apagarlas que dejarlas encendidas. Menos que antes, pero, sin duda sigue siendo la mejor opción. Sobre todo, porque las antiguas tenían un problema. Al hacerlo de forma continuada aumentaban las posibilidades de que se fundieran. Duraban menos. Algo que prácticamente ha quedado en el olvido con la llegada de la tecnología LED. Además, de tener un consumo 7 veces inferior, duran más y no se calientan ni apenas se deterioran. Eso sí, esta regla tiene una excepción. Solo una, los tubos fluorescentes en lo que el mayor uso de electricidad es al principio. Justo en el momento de cebar el arco.
Televisor: ¡cuidado con el consumo vampiro!
Luego ya viene la televisión. Cierto que es uno de los electrodomésticos que menos cantidad de energía gastan, pero tampoco hay que olvidarse del consumo fantasma del stand by. ¿Compensa eliminarlo con una regleta? La desventaja está clara. Es muy incómodo levantarse cada vez que haya que encenderlo. Sin embargo, es algo que depende de su fecha de fabricación. Una de hace más de 20 años podía tener un coste similar por dejarla en este modo que uno de los modernos en funcionamiento. Por tanto, antes era mucho más relevante apagar la TV. Ahora ya no tanto. Es casi irrelevante. En cualquier caso, siempre se recomienda el uso de regletas con interruptor con el resto de los aparatos electrónicos como impresoras, ordenadores o consolas. Importante hacerlo con todos estos dispositivos que se utilizan con menos frecuencia, pero que siempre están conectados a la red. Ahorro asegurado.