Tierras raras como neodimio y disprosio para las turbinas de los aerogeneradores, silicio como base de los paneles solares y el litio de las baterías de los coches eléctricos son solo algunos de los críticos minerales para la Transición Ecológica y Energética.
A poco que uno estuviera atento a las clases de química recordará que la tabla periódica consta de 118 elementos. El primero y el más ligero de todos es el hidrógeno y, por eso, tiene el número atómico 1. Más difícil es recordar que el último, con el 118 es el oganesón y saberse de memoria el resto es ya otra historia. Están los típicos como el oro, la plata y el plomo, que además reciben su abreviatura del latín y luego hay otros que ni idea además con la curiosidad de que hay algunos que son sintéticos. Es decir, no se pueden encontrar de forma natural en la tierra. En cualquier caso, todo el mundo estará de acuerdo de que es una herramienta fundamental para organizar y explicar las propiedades de todos los elementos que rodean a las personas.
También, a partir de ahora, para comprender el futuro de la energía en la transición ecológica porque… para fabricar coches eléctricos se necesita mucho grafito, litio, cobalto y manganeso. Los aerogeneradores tierras raras, que siempre hizo gracia el nombre, cobre y aluminio. Los paneles solares telurio, selenio y plata o las celdas de hidrogeno verde platino e iridio. Sí, entre todas, casi toda la tabla periódica. Por este motivo muchos piensan que con el cambio se va a pasar de una dependencia de los países del Golfo respecto del petróleo a otra de China y otros países proveedores de todos los metales y minerales críticos para su fabricación. Vulnerabilidad y es algo que cada vez se va haciendo notar más en forma de problemas de abastecimiento y falta de suministro. La demanda de estos elementos aumenta exponencialmente…
Y más si el objetico es lograr la neutralidad climática. Tampoco hay que olvidar que resultan imprescindibles para satisfacer el imparable consumo de tecnología digital de uso diario. No es solo cosa de las fuentes de energía. También de los ordenadores, teléfonos móviles o casi cualquier cosa porque ya todo incorpora un microchip. Así, ya se prevé que va a haber muchos minerales que van a presentar en el corto y medio plazo cuellos de botella. Por este motivo, la Comisión Europea establece listas de materias primas críticas a las que seguramente en el futuro haya problemas de acceso. Europa pide inventariar aquellos más críticos y los geólogos constatan que hay yacimientos estratégicos en el subsuelo que podrían ser una parte de la solución. En España hay cobre en las provincias de Huelva y Sevilla.
Próximamente abrirá una mina de níquel en el Sur de Badajoz y en Cáceres ya se está explorando litio. Hay tierras raras en el corazón de La Mancha, cobalto en Asturias y coltán en Orense. Además, la recuperación y el reciclaje de las ya existentes también serán clave en la transición ecológica. Miles de aparatos cargados de elementos críticos acaban en la basura todos los años. No es de extrañar por tanto que no paren de surgir proyectos piloto para extraerlos de imanes permanentes o todo tipo de baterías. Consiguen extraer casi todo el litio de las celdas de estas últimas, recuperar el grafito y separar otros como cobalto, cobre, níquel o manganeso… En definitiva, un proyecto de minería circular que podría reducir la dependencia de minerales estratégicos. Todo si se logra reciclar la tecnología para que las energías limpias del s.XXI realmente lo sean.