Cambia la tarifa oficial. El nuevo PVPC dejará de ser la modalidad variable por excelencia, para convertirse en híbrida. Más estabilidad en las facturas, pero difícil que mantenga los bajos precios actuales.
Casi 9 millones de consumidores notarán pronto cambios en su tarifa de la luz. Precisamente los que en el último año han sufrido más los vaivenes en el coste de la electricidad. Todos los que tienen la tarifa oficial que hoy ha reformado el Gobierno. El cambio no actúa sobre el precio, pero sí sobre la volatilidad para evitar nuevos sobresaltos en la factura.
Desde hace 10 años. Casi una década llevaba en vigor la tarifa PVPC sin ninguna modificación. Tampoco es que hiciera mucha falta porque en ese tiempo siempre ha sido la más barata. Todos menos el último. Ahora toca cambiar la forma de calcularla para que dependa en menor medida del mercado diario mayorista y más de los precios de la energía a medio o largo plazo. El objetivo está claro. Evitar que se produzcan picos tan altos en su cotización como los que se vieron en los primeros meses de la invasión de Ucrania y durante todo el 2022. En cualquier caso, el recibo de la luz seguirá siendo el mismo. Los consumidores no tendrán que hacer nada de nada.
“Seguirán recibiendo sus facturas en sus casas como hasta hoy, pero serán más estables. También estarán menos expuestas a los periodos de intensa volatilidad como los que se han atravesado recientemente”. Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno de España.
Más seguridad para casi 9 millones de consumidores, hogares y pequeñas empresas con menos de 10 kW de potencia contratada. Además, el cambio irá siendo progresivo. Cada año un poco más. Desde el próximo mes de enero pasará a ser una tarifa híbrida. Tendrá como hasta ahora un importante componente variable, pero también uno fijo. Además, este último irá ganando progresiva y gradualmente más peso en la factura. Es decir, la parte que paguen las compañías por la energía, según los precios previstos para los siguientes meses, irá aumentando. Desde un 25% inicial hasta que finalmente quede establecido en el 55% ya en 2026.
Así, según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, la luz seguirá siendo más cara o barata dependiendo de la hora del día, para fomentar un consumo más responsable y eficiente. Eso sí, lo que en ningún caso garantiza la nueva tarifa es que se vaya a pagar menos en la factura. De hecho, como ha explicado Jorge Morales de Labra en el Telediario de TVE, lo normal es que suceda lo contrario. Empezará a subir a partir de enero, desde el mismo momento en el que se empiece a aplicar, porque se pagará un mayor precio. Más de lo que se pagaría de no existir este nuevo componente fijo, aunque a cambio se tendrá una mayor estabilidad en el precio.
No había más remedio que hacerlo y, además, lo antes posible. La reforma de la tarifa oficial fue una de las exigencias de Bruselas para que permitiese la ampliación de la excepción ibérica que justo acaba de cumplir un año. Por cierto, en estos 365 días ha permitido ahorrar a los hogares españoles más de 5.000 millones de euros.