El recibo con la nueva tarifa de la luz puede subir el 60% o bajar más del 30% dependiendo del momento que se realice el consumo. De los 7 céntimos por kWh de las horas valle hasta los más de 21 de las que son punta. Incremento o descenso dependiendo de cuándo se pulse el interruptor.
No hay duda, lo que mejor funciona en el comercio online son los gastos de envío gratis. Mucho mejor que los descuentos y las ofertas. Tanto que puede ser determinante a la hora de realizar una compra. Todo suma en el precio final que se va a pagar. Pues, lo de la nueva tarifa de la luz tiene algo de esto. Horas al día en el que el transporte de la electricidad, entre otros conceptos, pueden ser casi gratis o costar cerca del triple. Solo hay que elegir el mejor momento.
Tampoco es novedad. Viene pasando de un tiempo para esta parte y la diferencia puede llegar a ser mucha. Solo hay que fijarse bien en la factura. Desde el año 2014 la tarifa regulada tiene distintos precios para cada una de las horas del día. Suben y bajan todo el tiempo. De forma constante y debido a factores como la demanda o la meteorología. Hay algunos más. A veces dan sustos y se ponen por las nubes. Y otras muchas alegrías cuando se desploman. Algo que, por suerte, cada vez ocurre más y las renovables tienen en gran medida la responsabilidad. Pues bien, esas variaciones que ya existen se deben a una parte del recibo de la luz que se conoce como mercado mayorista de electricidad. Allí, todas las tecnologías que forman el mix eléctrico hacen su oferta para el día siguiente y siempre suele generar cierta polémica.
Lo del sistema marginalista no hay quien lo entienda, pero seguirá exactamente igual. No cambia y seguirá con las fluctuaciones a las que ya se está más o menos acostumbrado. Con eso y con las variaciones para cada hora. De hecho, las más caras van a coincidir con las llamadas punta, pero mejor ir por partes. Lo que sí se va a modificar a partir del 1 de junio es la segunda parte del recibo. La que fija el Gobierno y la CNMC a través de los peajes de acceso y costes regulados.
Pues antes por este se cobraba una cantidad fija independientemente del momento en el que se realizara el consumo y lo que va a suceder a partir de ahora es bien distinto. Así, en las horas punta, las que ya de por sí son más caras por cosas del mercado, los costes regulados van a ser muy altos. De lunes a viernes de 10 a 14 y de 18 a 20 horas costará casi tanto como la propia energía. De hecho, un poco más. Si lo normal es pagar unos 10 céntimos por kWh superará los 20. Algo más del doble. Como para pensárselo dos veces antes de encender la lavadora. Sin embargo, la mayor diferencia se va a notar en las llamadas horas valle. Los sábados y domingos al completo y desde la medianoche hasta las 8 de la mañana entre semana apenas los habrá.
¡Gastos de envío gratis y mucho más! Hay que aprovecharlo. Hasta ahora los costes regulados estaban repartidos por igual. Los mismos para todos los momentos del día. Por tanto, apenas había diferencias entre horas. Eran tan pequeñas que casi no se notaban y dependían solo de las variaciones del mercado. Sutiles, salvo contadas sorpresas. Pues, a partir del próximo verano, será otra historia. Del triple, solo por elegir bien el mejor momento para lavar la ropa.
Así, si el recibo medio es de 60 euros, como ha contado Jorge Morales de Labra, en Cuatro al día de Cuatro TV, lo que vaya a pasar desde el próximo verano dependerá de cómo se organice cada persona. Sencillo. Si se sigue consumiendo electricidad igual que hasta ahora la factura puede llegar a subir el 60%. Hasta los 100 euros, fácil. Esa es la mala noticia. La buena, es que si se aprovechan los precios del horario valle bajará a los 45. Demasiada diferencia. Tampoco hay que volverse locos con el reloj. Habrá consumos que se puedan posponer como la lavadora y otros que no como el frigorífico o la vitrocerámica. Más difícil, porque las horas más caras coinciden con la de la comida. Eso sí, a nadie se le ocurrirá cargar el coche eléctrico por la mañana cuando por la noche costará tres veces menos. Mejor oportunidad imposible.