Curioso lo de los combustibles. Están llenos de contradicciones hasta el punto de que el diésel es más caro que la gasolina a pesar de tener menos impuestos y es algo extraño.
Con la energía y no solo con la electricidad pasan cosas muy raras. Eso está claro, pero también con el gas y, sobre todo, con los combustibles. Rompe con toda lógica e, incluso, con algunas leyes físicas. Curioso que, por ejemplo, pocos sepan que entre la gasolina low cost y la de marca apenas hay diferencia. Demasiados intereses. Eso sí, lo que no pasa desapercibido para nadie es que sube más rápido de lo que baja. Siempre, nunca falla. Lo del efecto cohete y pluma ya no sorprende a nadie, pero eso no significa que sea normal. Sin embargo, no todo vale o no debería. Por eso, se suceden las sospechas y, también, las denuncias… La última que ha llegado a la CNMC informa de un pacto entre las tres petroleras más grandes para anunciar descuentos de hasta 30 céntimos por litro, pero no es solo cosa suya.
Así, se les acusa de hacer un uso comercial de la subvención a los carburantes. Obligatorio, por cierto. Por eso, se considera que es una estrategia desleal para tratar de quitarse de en medio a las gasolineras independientes y las más pequeñas. Vamos, lo que se conoce de toda la vida como competencia desleal. Ahí está la clave porque hay más… De los combustibles siempre se ha dicho que el problema son los impuestos, pero, en realidad, está en el producto. Solo hay tres compañías con refinerías en España. Tampoco hace falta mencionarlas, pero lo que viene a demostrar es, precisamente, la falta de competencia. Problema generalizado del que hasta la Comisión Europea ya ha advertido. Autorizan a los estados miembros a hacer todo lo posible para bajar los precios, pero prestando especial atención a este aspecto.
Aunque muchos no lo crean España es uno de los países de Europa con los impuestos más bajos de los combustibles. 47 céntimos frente a los 54 de media de la Unión Europea.
No es solo cosa de los combustibles sino de todo el sector de la energía. También con el gas y la electricidad. Por eso, esta misma semana se ha aprobado una medida en el ámbito eléctrico que ha pasado casi desapercibida y está muy relacionada. Va en la misma línea. En la de evitar que las grandes compañías de la luz sigan copando el mercado aprovechando los enormes ingresos que obtienen gracias a su posición de privilegio con generación barata. Importantes ofertas a sus clientes con cargo a sus beneficios caídos del cielo. Las empresas más pequeñas no pueden hacerlo. Algo que, sin duda, pone en evidencia que hay problema serio de oligopolio tanto en el ámbito eléctrico como también en el del petróleo y las refinerías que, además, tienen muy poca capacidad de producción. Solo hay que fijarse en un dato para confirmarlo.
Por primera vez en mucho tiempo el gasoil es más caro que la gasolina. Raro porque, como ha recordado Jorge Morales de Labra en En jake de EiTB, tiene menos impuestos. El problema es otro y tiene que ver con Rusia y las refinerías. Desde allí no solo se importa crudo. También llegan otros productos ya refinados y, en particular, gasoil. Por este motivo, ahora hay un déficit estructural y no hay suficiente capacidad de refino como para compensarlo y producir todo el que se necesita. Esto es lo que ha disparado el precio e, incluso, se ha llegado al punto de empezar a hablar de restricciones en el medio plazo. Eso, en el caso de prolongarse el conflicto y ampliarse las sanciones. Situación realmente complicada la del sector energético en la que hay que vigilar muy de cerca la competencia y cómo se comportan en estos meses los oligopolios.