Y, en realidad, menor que en toda Europa menos en Portugal. La razón por la que la luz es más barata que en Francia es que las reglas de juego del mercado eléctrico han cambiado en la península ibérica.
En Francia hoy la luz cuesta 500 euros/MWh, pero en los mercados de futuros para el próximo trimestre llega a los 900. La señal inequívoca de que la situación se puede tensar aún más.
El que avisa… Cuando el año pasado el precio del MWh estaba a 120 euros ya se advirtió que la cosa se podía complicar bastante más. Así ha sido. Hoy se paga al doble. A más de 250 euros y la situación aún puede empeorar un poco más. Esta ya es la peor crisis energética de los últimos 40 años y además todavía no se ve el fin… Aún no hay luz al final del túnel y eso. Está muy complicado. Sobre todo, en lo que se refiere al gas natural. Es susceptible de seguir subiendo y mucho. No hay más que mirar a los países vecinos. Más de 250 euros/MWh es multiplicar por 5 la media del precio de la electricidad de la última década. Y si eso ya parece muy alto, en el resto de Europa lo es más, pero ¿por qué hay tanta diferencia de precio?
Pues la única diferencia entre ambos países es la llamada Excepción Ibérica que tanto ha dado que hablar en los últimos meses. España y Portugal consiguieron lo que hasta hace poco parecía totalmente imposible. Algo totalmente inédito en la historia del mercado europeo de energía. Más de 20 años llevaba funcionando más o menos de la misma forma y ahora se le ha dado la vuelta por completo. Por fin se ha conseguido que se rompiera el mercado y, especialmente, las normas que lo regulan. Por eso, ahora la península ibérica tiene un sistema diferente al del resto de países para fijar el precio de la luz. Eso sí, ahora saberlo es un poco más difícil, pero también algo más justo para los bolsillos de los consumidores. Desde que se puso en marcha allá por el mes de junio se compone básicamente de dos conceptos.
Por un lado, está el propio mercado que suele rondar en estas fechas los 150 euros/MWh… y luego ya viene la llamada compensación al gas que es de unos 100 euros.
Así, sumando ambos conceptos da como resultado el precio final que pagan los consumidores en España. En total 250 euros/MWh, pero en la mayoría de los países de Europa la cosa es aún peor. Sin ir más lejos en Francia, donde se mantiene el sistema de fijación de precios sin ninguna modificación, están pagando más de 500 euros. Es decir, que, aunque la mayoría de las personas se quejen de que no ha conseguido bajar el precio, al menos, lo está conteniendo. De no existir serían igual o más altos que al otro lado de los Pirineos. De algún modo está cumpliendo con la función para la que se creó.
Es normal. Además, desde el mismo momento de su aplicación todo ha coincidido con una espectacular subida del gas en los mercados internacionales. Cotiza 10 veces más caro que hace un año y al doble que hace un mes y medio cuando entró en vigor el nuevo mecanismo. Aun así, la gente solo ve lo que se paga en la factura y eso es más que en junio. Eso es un hecho, al igual que la de julio será también algo superior. Sin embargo, hay que tener en cuenta que de no existir entonces el precio en España sería tan alto como el de Francia. El doble de lo que se paga en la actualidad porque allí supera los 500 euros/MWh.