A casi 2 euros por litro, 20 céntimos de subvención es lo mismo que bajar el IVA del 21% al 10%… Entonces, ¿por qué no se han bajado los impuestos de la gasolina?
En reserva y casi empujando. Así van a llegar los coches mañana a muchas gasolineras y no es para menos. Con los precios de la gasolina y el diésel en máximos históricos hay quién está apurando al máximo los depósitos. A casi 2 euros el litro de diésel, normal esperar a la subvención de 20 céntimos. Algo más del 10% de descuento que vaya si se nota en los bolsillos. Sin embargo, el modelo elegido para el descuento genera muchas dudas. Sobre todo, porque si el petróleo sigue subiendo al final va a quedar en nada. Lo mismo si las gasolineras aprovechan para tirar un poco más de la cuerda. Además, tiene su complejidad para ponerlo en práctica. Por eso, la forma más sencilla de hacerlo hubiera sido a través del IVA. Proporcional a las subidas y también a las bajadas. Entonces, ¿por qué no se han bajado los impuestos?
Aunque muchos no lo crean España es uno de los países de Europa con los impuestos más bajos de los combustibles. 47 céntimos frente a los 54 de media de la Unión Europea.
En realidad, como ha contado Jorge Morales de Labra en La hora de La1, había dos opciones, pero antes de explicarlas hay que saber que en los combustibles hay otros tantos tipos de impuestos. Sí, solo un par, aunque muchos crean que son más. Por un lado, está el Especial de Hidrocarburos con el que poco se podía hacer. Apenas tiene margen de maniobra. Demasiado sensible a los cambios por varios motivos. Más que nada porque es fijo. Siempre la misma cantidad de céntimos de euro por litro. Eso sí, depende del tipo de combustible. No es igual para todos los carburantes. Cada uno tiene el suyo: gasolina, diésel, gas… Por este motivo, la recaudación no se ha visto aumentada por el incremento en los precios. Ni ahora ni tampoco en los últimos años. Además, ya está en niveles muy bajos. De los menores de toda Europa.
Tan solo un 15% del mínimo establecido por la Unión Europea y eso son menos de 5 céntimos por litro. Por tanto, poca rebaja se podría hacer en este sentido. Aún hay más porque el Especial de Hidrocarburos está parcialmente cedido a las Comunidades Autónomas. Importante porque reducirlo significaría menos dinero para educación, sanidad, …
Sin embargo, con el IVA sí que se podía haber hecho algo más, al igual que ya pasó hace meses con la electricidad. Es decir, bajarlo del tipo general al reducido. Del 21% al 10% y la recaudación con la subida de precios no se habría visto afectada. Además, si el gasóleo cuesta ya 2 euros de forma aproximada la rebaja hubiera sido de 20 céntimos. Exactamente el mismo importe de la subvención a los combustibles. De este modo, solo se puede entender la medida desde una sola perspectiva, la de los transportistas y otros conductores. La reducción del IVA no les afectaría. Empresas y profesionales no suelen pagarlo. Se lo deducen del que abonan por los productos o servicios que venden. Por este motivo, la diferencia con la fórmula de la subvención es que al final beneficia a todos por igual. Eso sí, la fórmula es más complicada.