En estos días hay tanta energía renovable que las centrales prefieren regalarla e incluso pagar a los consumidores por utilizarla que pararlas, pero… y esta es una de las razones por las que se produce un precio negativo de la luz.
A todo el mundo le ha sorprendido y no porque lo haya notado en sus recibos. La noticia de que el precio de la luz ha corrido como la pólvora y eso que a lo que se está acostumbrado cuando se escuchan los informativos es justo a lo contrario. Es decir, a que se anuncie que vuelve a subir. Esto ha sucedido todos los días durante los últimos años y de repente se da la vuelta a la situación y se consigue generar electricidad a coste cero o, incluso, negativo. Sorprendente y es algo que tiene que ver con que en determinados momentos se produce un exceso de energía… Se puede producir más de la que se necesita y además a un precio realmente bajo gracias a las renovables. Al revés de lo que se podría considerar el funcionamiento normal del mercado.
Literalmente lo que significan los precios negativos de la luz es que los productores, las centrales eléctricas pagan por vender la energía que producen. No solo la regalan, sino que van un paso más allá y ofrecen un pequeño incentivo para que se consuma. No es solo cosa de la electricidad. Ocurre en todos los mercados cuando hay un exceso de producto y esto mismo es lo que está sucediendo ahora. La situación que se está dando es muy favorable. Hay gran cantidad de sol y la energía solar fotovoltaica va ganando importancia en España. La instalación de paneles solares año tras año va en aumento. Cada vez es una fuente más a tener en cuenta en el mix energético nacional. También el viento ha soplado con intensidad en los últimos días. Aunque este recurso es más variable se ha mantenido en el tiempo y el resultado está ahí.
Por si todo esto fuera poco… Además, ha caído una gran cantidad de agua en ciertos puntos del país. Hay que recordar que en los pantanos destinados a consumo humano hay alguna situación más desequilibrada. Especialmente en las cuencas interiores de Cataluña. Sin embargo, con los embalses hidroeléctricos, que están situados fundamentalmente en el río Sil y en el Duero, es completamente diferente. Están en valores tan altos de capacidad que en algunos casos hasta ha habido que abrir compuertas para evitar su colapso. La suma de estas tres renovables junto a una demanda baja propiciada por un clima agradable dan como resultado un precio negativo. Existe tanta energía que les resulta prácticamente imposible gestionarla y tienen que ofertarla a coste cero porque paralizar la producción tiene un coste.
Dejar de producir energía les cuesta dinero. Por este motivo, lo normal es que prefieran pagar una cantidad de dinero a los consumidores antes que desconectarlas del sistema. Y eso es lo que está ocurriendo en estos días.