Europa tiene en mente dejar de depender de Rusia… Polonia y Bulgaria lo han hecho por la vía rápida. Directamente se lo han cortado, pero las posibilidades de Alemania para prescindir del gas ruso son más limitadas.
No ha pillado por sorpresa a nadie y menos a Polonia. Rusia ha cumplido su amenaza y les ha cortado el gas. Tal cual, de un día para otro. También a Bulgaria. Eso sí, habían hecho los deberes y aun así buscan otras fórmulas para abastecerse. Habían llenado las reservas con anterioridad y han llegado a acuerdos con otros países como Lituania para conseguirlo. ¡En tiempo récord! Ya tenían en mente dejar de comprárselo hace tiempo. Además, su dependencia del gas ruso es menor que la de otros estados de la Unión Europea como Austria o Alemania. Y, ahora, si también les cierran el grifo… ¿qué posibilidades tendrían de prescindir de estas importaciones?
Tampoco hay que engañarse Alemania, por el contrario, lo tiene muy mal. Mucho peor porque, como ya se sabe, el gas suele llegar habitualmente por dos vías. Aquí, en España, y también en el resto de Europa. La primera y la más rápida, también segura hasta ahora, son los gaseoductos. Tienen varios que les conecta directamente con Rusia. A través del mar Báltico y Polonia, pero también desde Ucrania pasando posteriormente por República Checa y Eslovaquia. Los principales caminos y vías de entrada que sigue el gas ruso hasta llegar finalmente a Alemania. Eso sí, hay otra forma de recibirlo que son los barcos metaneros. En forma de GLP por vía marítima y aquí es donde tienen el mayor de los problemas. Lo que ocurre es que la mayoría de los países de Europa tienen alguna que otra estación regasificadora….
El eventual corte de suministro de gas a Alemania por parte de Rusia traería consigo no solo graves consecuencias para la economía sino también para las familias con posibles restricciones.
Es decir, la instalación que tienen algunos puertos para transformar de nuevo el gas licuado para devolverlo a su estado gaseoso natural. Solo de este modo se puede inyectar en el sistema de distribución de cada país para que llegue a todas las casas e industrias. Sin embargo, el quiz de la cuestión es que Alemania no tiene ninguna. Confiaron demasiado en Rusia y los gaseoductos y ahora están dependiendo de las regasificadoras del resto de países de la Unión Europea. Las de Holanda, Francia e, incluso España, que es el país campeón de Europa en este tipo de infraestructuras. Ahora mismo cuenta con 6 a la que hay que sumar otra en Portugal. Por eso, aquí no existe el grave problema al que ahora se enfrentan en el Norte del continente. Solo cuentan con los gaseoductos y un repentino corte en el suministro podría tener graves consecuencias.
Más de las que se puede pensar porque además no podrían aguantar demasiado tiempo. Quizá hasta octubre o noviembre con las reservas que tienen, pero sería insuficiente para afrontar el próximo invierno. El momento del año de mayor consumo. La tercera parte del gas que se utiliza en Europa es para calefacción y se concentra en apenas 3 o 4 meses. Por eso, la Unión Europea está tratando por todos los medios llenar al máximo las reservas… Todo con el fin de auxiliar a otros países como Alemania en el caso de que llegue un corte de suministro, tal y como ha contado Jorge Morales de Labra en Mediodía COPE.