Sube como las mareas o la intensidad y frecuencia de las lluvias, pero se mantiene bajo como las hojas de los árboles o las setas en los bosques.
Es del estío, la puerta del frío. Si noviembre empieza bien, confianza se debe tener. Noviembre acabado, invierno empezado. Niebla de noviembre, trae Sur en el vientre. Noviembre y enero tienen un tempero. Pues ahora, a todo esto, hay que añadir que es el mes en el que más ha subido la luz en todo el 2020. Hasta un 6%, aunque bien es cierto que ha sido un año con precios moderadamente bajos y pese a la subida finalizará en mínimos. Eso según se mire porque la factura media en España es de 68,50 euros y no es poca cosa. 13 euros por encima del mínimo histórico que se recuerda y que está en 55 euros al mes. Bajo, por tanto, si se habla de los últimos años porque si se contextualiza en Europa, la cosa cambia. Sigue siendo una de las facturas más caras de toda la Unión Europea.
Durante el mes de noviembre la generación de electricidad con renovables no hidráulicas ha descendido el 11% respecto a octubre y se han sustituido por otras fuentes más caras.
Cifras aparte, ¿por qué se ha incrementado el precio de la luz durante los últimos 30 días? Pues para explicarlo ha estado Jorge Morales de Labra en Las cosas claras de La1 y ha encontrado una causa fundamental. El importante cambio en la estructura de generación que se ha producido, en el que ha bajado la producción de renovables no hidráulicas. Tan sencillo como que ha habido menos sol y menos viento. Si en octubre por sí mismas fueron capaces de producir el 40% del total de la electricidad necesaria, el mes pasado fue tan solo del 29%. Mucha diferencia. Y, claro, ese déficit ha sido inmediatamente sustituido por otras tecnologías. Carbón y gas que son, con diferencia, los combustibles más caros. Hay más, aún hay que sumarle las importaciones. España también ha empezado a comprar energía a otros países.
Lo que también se ha incrementado un poco en noviembre es la producción hidroeléctrica. Algo extraño ya que el incremento de las lluvias en esta época del año debería haber contribuido a abaratar el recibo de la luz y no a subirlo. Fenómenos paranormales del mundo de la energía, pero no es un misterio sin resolver. Tiene respuesta. Mientras el agua y/o el sol hacen caer el precio inmediatamente, el agua se puede almacenar y, además, apenas hay competencia. Muy pocas compañías tienen centrales hidroeléctricas. Ahí es donde está el truco del almendruco que, además, son más de septiembre. Venden en el mercado mayorista la electricidad producida por la fuerza del agua al precio que quieren. No es una broma, lo del truco o trato es de octubre y los Santos Inocentes en diciembre. Aún así, lo hacen en cualquier época del año.
Algo inédito en Europa. Ya en 2013 el Gobierno tuvo que intervenir el mercado eléctrico porque la especulación con las centrales hidroeléctricas disparó el precio de la luz.
Lo tienen bien calculado y se llama coste de oportunidad. Es decir, la energía hidroeléctrica no la venden en función de lo que les cuesta producirla. Ojalá, pero lo hacen al precio de otras fuentes de energía que hubieran tenido que utilizar en caso de no haber agua. Generalmente, al precio del gas o del carbón que son las más caras. Sí, H2O al precio del mejor champán francés y es algo que sucede de forma habitual. Ya en el 2013 el Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que intervenir el mercado eléctrico porque, precisamente, la especulación con las hidroeléctricas disparó desproporcionadamente el precio de la luz. Así, que ya se puede añadir otro refrán al refranero, agua pasada no siempre mueve turbina. O también, lluvias de noviembre, subida en el recibo de la luz casi inminente.
Sin embargo, es un buen momento para las renovables y eso, sin duda, hará que baje el precio. Una de las buenas noticias que tiene este 2020 diferente. La energía solar sigue desplomándose y ya está revolucionando el sector. En menos de 10 años será la energía predominante en el mundo. No hay duda. Todas las inversiones que llegan a España se centran ahora más en la electricidad que en broncear turistas. Todo, claro, bajo el mismo sol. Por supuesto, solo si se hacen las cosas bien y no como con el agua. Por eso, ahora el Gobierno ha propuesto subastas para que las eléctricas compitan entre sí a la hora de crear nuevas centrales renovables. Así se podría garantizar que los bajos precios de la energía solar se trasladen a los consumidores. Habrá que esperar aún, pero sol que brilla abaratará facturas en menos de 5 años.