La pregunta de todos los años… ¿Cuál es el sistema más eficiente y, sobre todo, el más económico? En 2023 será más barata, pero conviene estar preparados y hacer previsión del gasto en calefacción para este invierno.
Sin duda, lo más barato va a volver a ser el gas natural, pero tiene truco. Aún así, el gasto medio anual sería de unos 430 euros. Le siguen muy de cerca las bombas de calor que podrían llegar a sumar unos 100 euros más para superar los 500. A partir de aquí la cosa va de mal a peor porque en este invierno lo que más se han encarecido son los pellets. Casi llegan a los 800 y, sobre todo, el gasóleo cuya factura podría llegar fácilmente a los 1.000. Por supuesto, que todos estos precios son solo orientativos y siempre aplicando todas las subvenciones y ayudas disponibles. Tarifa TUR, rebaja de impuestos… De modo que, si finalizaran el 31 de diciembre, como en principio está previsto, a todas estas cantidades habría que sumarles un extra de unos 200 euros.
Aerotermia, la opción más económica
Eso sí, por lo menos este año, se parte de una buena noticia, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Telenoticias Fin de semana de Telemadrid. Sí, porque se espera que la calefacción durante el invierno sea un poco más barata. Exactamente entre 17-20% dependiendo de la tecnología que se utilice. Seguirá siendo cara, pero menos que en 2022. Por eso, la aerotermia se presenta como uno de los sistemas más eficientes. Aproximadamente 37 euros de gasto al mes. Mucho menos que el resto, sin embargo, tiene un serio inconveniente. El precio de su instalación es bastante más elevado pudiendo superar en algunos casos los 8.000 euros. Eso siempre sin tener en cuenta las subvenciones existentes que pueden reducir el presupuesto a algo más de la mitad.
Calefacción de gas natural con tarifa TUR y bombas de calor
Por eso, el gas natural, por ser el mas extendido sobre todo en áreas urbanas, le seguiría como la alternativa más económica. El coste previsto para toda la temporada de calefacción en una casa media rondaría los 400 euros. El importe exacto dependería del tipo de caldera. Si es de condensación bajaría hasta los 57 euros al mes. Bastante más si ya tiene unos años. Se dispararía probablemente por encima de los 70 euros. No está mal si uno se fija en el precio porque si lo hace en las emisiones de CO2 la cosa cambia.
Por otro lado, el coste de la bomba de calor, que suele venir incluida en el aire acondicionado, a través de splits rondaría los 500 euros y con el gasóleo… todavía peor. ¡Justo El doble! Claro que, como ha recordado el director de Próxima Energía, todos estos cálculos podrían cambiar a partir de 2024. El gas natural solo es más barato que la electricidad porque está subvencionada a través de la tarifa TUR. Esta bonificación en el precio, al igual que el IVA de la luz, está incluida dentro de las medidas aprobadas para tratar de minimizar y contener las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania y, especialmente, en el sector de la energía. En principio, ambas solo estarán vigentes hasta el 31 de diciembre.
Otros sistemas de calefacción para este invierno
Así, sin subvención estatal los sistemas de gas natural subirían casi un 81%. Por eso, algunos tipos de instalaciones de biomasa pueden ser una alternativa a los combustibles fósiles tanto en viviendas particulares como en comunidades de vecinos. Pueden suponer un ahorro de hasta el 41%. Además, hay que tener en cuenta que es una energía renovable que se produce en bosques de nuestro país y que ayuda, entre otras cosas, a la economía rural. Eso sí, al igual que los anteriores también genera emisiones de dióxido de carbono. Entonces, la elección, si es que se puede elegir, esta bastante clara…