Más bajo de lo que se puede recordar. El precio de la luz está marcando mínimos históricos gracias a las renovables, pero la previsión es que comiencen a subir según se vaya acercando el verano y la demanda se incremente.
Ya se ha visto en el pasado más reciente. Los nuevos conflictos internacionales han vuelto a disparar todas alarmas. Lo mejor es guardar cautela, pero el temor de que el precio del gas, en primer lugar, y posteriormente el de la luz se disparen siempre está ahí. Se pudo comprobar durante los primeros meses tras la invasión de Ucrania. El origen de la crisis energética, y ahora se teme que pueda pasar lo mismo como consecuencia en Oriente Próximo. Por eso, más que nunca hay que vigilar de cerca el precio del gas. Por cierto, tuvo un mayor impacto en los días previos del ataque de Irán a Israel que tras llevarlo a cabo. También es cierto que se ha notado más en este mercado que, por ejemplo, en el del petróleo. Sin embargo, a su vez, la electricidad está en los niveles más bajos que se recuerdan.
Prácticamente nunca vistos antes e, incluso negativos. La clave está en la inmensa producción renovable y en que la demanda aún es baja porque todavía no se está haciendo un uso intensivo del aire acondicionado.
Queda muy poco para conectarlos, al igual que para irse de vacaciones. Probablemente será cuestión de días, pero todavía el uso que se hace del aire acondicionado es muy moderado. Quizá alguna empresa lo esté poniendo ya, pero poco más… Eso sí, cuando esto suceda aumentará notablemente la demanda eléctrica y, por tanto, el precio de la luz también se verá incrementado. Toda esa energía que hoy sobra hasta hacer que sean negativos en muchas horas del día desaparecerá. Ahora las renovables generan más de lo que se consume y por eso están por debajo de cero euros. Sin embargo, en cuanto se empiece a concentrar el uso de la climatización especialmente a mediodía volverán a ir subiendo poco a poco.
Para los próximos meses se espera que los precios, anormalmente bajos, que se están disfrutando en marzo y abril suban ligeramente en verano y más tarde, de nuevo, en diciembre cuando regrese el frío y la calefacción.
Así también lo confirman los datos que se pueden obtener de los mercados de futuros. Es decir, de aquellos en los que se compra y vende energía con meses de antelación. En estos, ahora mismo, el precio del MWh para el tercer trimestre del año está cotizando por encima de los 67 euros. Mucho más caros que ahora que está en 23. Sin embargo, como siempre, todo depende de con qué se compare. ¿Cuál es precio máximo al que se pudo comprar la energía durante el comienzo de la guerra en Ucrania? A más de 400 euros por MWh y no de forma excepcional. De julio a septiembre será mucho más alto que ahora, pero tampoco tan alarmante como los de agosto de 2022.